Jeffrey Hangst: Un solo gramo de antimateria sería como la bomba de Hiroshima

  • El científico estadounidense Jeffrey Hangst ha afirmado que un solo gramo de antimateria tendría un poder destructivo similar al de la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima, si bien ha descartado la idea de construir un artefacto así porque se tardaría en ello "más de un billón de años".

Ponferrada (León), 9 sep.- El científico estadounidense Jeffrey Hangst ha afirmado que un solo gramo de antimateria tendría un poder destructivo similar al de la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima, si bien ha descartado la idea de construir un artefacto así porque se tardaría en ello "más de un billón de años".

En una entrevista concedida a Efe con motivo de su participación en un coloquio sobre ciencia en Ene.Museo Nacional de la Energía, Hangst, que el pasado noviembre consiguió atrapar átomos de antimateria durante más de mil segundos, ha desgranado algunos detalles de su investigación.

Entre las preguntas a las que trata de dar respuesta, destaca por qué el universo acabó siendo de materia cuando podía haberlo sido de antimateria, que no es sino "la imagen espejo", su "opuesto".

Y cómo sería un universo de antimateria. Hangst responde que según las teorías que se manejan en la actualidad sería "exactamente igual" al que conocemos.

"La materia y la antimateria -comenta- son como la izquierda y la derecha. Las dos son válidas, pero no pueden existir juntas y cuando se encuentran se aniquilan entre sí. No sabemos cuál es la diferencia. Creemos que al principio del universo existieron en las mismas cantidades, pero solo nos queda materia y no sabemos por qué".

"Estamos esperando para hacer nuestras mediciones más importantes y ver si la teoría sirve o la tenemos que modificar, cambiar nuestro modelo del universo", resume.

Preguntado por la capacidad destructiva del choque entre materia y antimateria, refiere el dato de la bomba atómica, aunque insiste en que costaría un billón de años construirla cuando el universo solo tiene trece mil millones de años.

"Requeriría más energía de toda la que conocemos en la tierra", prosigue Hangst, quien subraya la peligrosidad de trabajar con la antimateria.

"Si tengo uranio o plutonio, eso puede estar aquí en el suelo y no es peligroso mientras no hagamos nada con él. Si tuviera un gramo de antimateria, tendría que estar aislado. Cualquier dispositivo que lo sujetara tendría que estar funcionando todo el tiempo, porque si ese gramo escapa; yo y todos desaparecemos", apunta.

Hangst apunta que la antimateria ya se usa en procedimientos médicos como la tomografía por emisiones de positrón.

Según explica, en ese experimento se coloca una cantidad de antimateria en el cuerpo y en el momento de la aniquilación se toma una imagen, si bien se emplea una cantidad ínfima.

Respecto al futuro de su trabajo, Hangst expresa su confianza por los avances del último año. En concreto, se encuentra estudiando el antihidrógeno y espera resolver si este responde a las mismas leyes físicas que el hidrógeno.

La investigación tiene el objetivo de hacer una medición que demuestre que hay una diferencia entre materia y antimateria.

Y si eso ocurriera, ríe, "el problema ya sería de otro, los teóricos tendrían que explicarlo y, bueno, ganaría el premio Nobel".

Sobre la posibilidad de que la antimateria solucionara el problema de la energía mundial, reitera que para hacer antimateria se necesita más energía que la se produce en la aniquilación.

"Es una perdedora como fuente de energía. A no ser que encontráramos algo de antimateria, que es lo que debió de pasar en Star Trek", bromea.

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