La cáscara del huevo de gallina se forma gracias a una proteína que sólo se encuentra en los ovarios de esta especie de ave, por lo que el huevo sólo pudo existir después de la gallina. La proteína OC-17 actúa como catalizador que acelera y permite el desarrollo de la cáscara, que protege la yema y los fluídos y es imprescindible para que se desarrolle la cría.
Hasta ahora se pensaba que el huevo iba antes que la gallina, porque ésta había nacido del cruce de otras dos especies, pero el descubrimiento de esta proteína que transforma el carbonato de calcio en los cristales de calcita que componen la cáscara apunta a lo contrario.
Para los descubridores, este estudio no sólo sirve para revelar la respuesta de la eterna pregunta, sino que también podría servir como punto de partida para la concepción de nuevos materiales y procesos.
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