La pastilla que sustituye al ejercicio en el gimnasio está de camino

    • Un equipo de investigadores de la universidad de Sydney ha registrado todos los cambios que se producen a nivel molecular en los músculos.
    • Queda por lo menos "una década" para que se comercialice un producto que aproveche los resultados del estudio.
Gimnasio completo
Gimnasio completo
Jorge Ramirez Orsikowsky

Es el sueño de todas aquellas personas que le tienen alergia al gimnasio. Una pastilla capaz de replicar los efectos del ejercicio físico sobre nuestro organismo está más cerca de ser realidad gracias a un estudio de la universidad de Sydney que ha sido capaz de trazar un plano de todos los efectos que el deporte produce sobre los músculos esqueléticos, que forman el 90% de este tipo de tejido.

Queda por lo menos "una década", advierten los responsables del estudio, para que se pueda comercializar algún producto que aproveche los resultados del estudio. Pero las posibilidades que abre el descubrimiento son más que interesantes para personas que sufren problemas de obesidad, cardiovasculares o de diabetes tipo 2 o gente de avanzada edad. "Podemos dar un gran salto en el terreno médico", ha explicado Nolan Hoffman, autor del estudio, en unas declaraciones que recoge el medio Quartz.

El estudio ha sido capaz de identificar más de 1.000 cambios que se producen a nivel molecular en el tejido muscular. Las muestras se recogieron a cuatro varones que cedieron muestras de músculo antes de ejercitarse y después de diez minutos de bicicleta estática. "Hace mucho tiempo que se pensaba que había muchas reacciones que se ponían en marcha a través del ejercicio. Hemos sido los primeros en crear este mapa y ahora conocemos su complejidad", explica Hoffman.

Los científicos responsables del estudio aseguran que será imposible replicar todos los cambios moleculares que provoca el ejercicio en una sola pastilla pero ahora que conocen el número de procesos que se ponen en marcha al hacer ejercicio pueden observar cuáles son los más importantes para crear fórmulas que los imiten. El estudio se publicó en Cell Metabolism el pasado 2 de octubre y se puede descargar, en inglés, en este enlace.

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