La pizarra de Yuri: "Si la humanidad tiene futuro es gracias a la ciencia"

Madrid, 15 feb.- Enfermedades graves con posibilidad de curación, mortalidad infantil decreciente, tecnologías que hacen la vida más cómoda... "Si la humanidad tiene futuro es gracias a la ciencia", afirma el divulgador científico Antonio Cantó, autor de "La pizarra de Yuri".

Cantó es el alter ego de "Yuri Gagarin", el alias con el que dirige uno de los blogs especializados de Internet más populares del sector, porque según dice no se limita "a contar noticias tecnológicas, sino que armo relatos explicativos que puede entender cualquiera, aunque no sepa nada de ciencia".

Parte de los artículos de mayor interés publicados en "La pizarra de Yuri" desde 2009 se pueden encontrar ahora recopilados en el libro editado por Silente con el mismo título.

Entre ellos figuran dos de las series favoritas de Cantó: "Hijas de la lluvia", en la que recorre los orígenes de la vida en la tierra y las posibilidades de ella más allá de nuestro mundo, y "Esto eres", donde ofrece las respuestas de la ciencia a las eternas preguntas sobre la identidad humana.

La decisión de emplear el apodo del primer hombre que viajó en 1961 al espacio exterior en la nave Vostok 1 se debe a la admiración personal de Cantó por este cosmonauta ruso que "no sólo demostró su preparación científica, su arrojo y su osadía sino que comprendió el alcance filosófico de lo que estaba haciendo".

No es el único ruso al que admira pues "hay muchos científicos de ese país cuyos trabajos resultan particularmente atractivos porque, durante decenios y debido a la Guerra Fría, nunca nadie nos habló acerca de ellos".

Entre sus preferidos figura el doctor en Física Sergéi Krásnikov, experto en relatividad general y astrofísica de partículas que estudia la posibilidad de los viajes espaciotemporales desde el Observatorio Central de Púlkovo en San Petersburgo y al que entrevistó para "La pizarra de Yuri": "un tipo encantador, muy campechano pero capacitado a la vez para lanzar ideas provocadoras".

Cantó defiende el trabajo de los científicos teóricos, aunque la mayoría de los ciudadanos no entienda la ausencia de resultados a corto plazo, porque "todo lo que somos capaces de hacer ahora mismo, en la práctica se lo debemos a teóricos de hace al menos decenas de años" y "si una sociedad renuncia a la especulación científica quedará estancada para siempre".

A juicio de Cantó, la ciencia es "más importante de lo que muchas personas creen: no es la verdad, pero sí lo más parecido a la verdad a lo que puede acceder la humanidad en cada momento histórico".

Además, resulta clave para entender el progreso del ser humano pues "aunque nuestro mundo contemporáneo dista de ser perfecto, sí es mucho mejor que esa idealización tan común como falsa de la antigüedad, que en general fue una época llena de mugre, miseria, enfermedad, superstición y tiranía"

"Eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor es mentira, el ciudadano corriente vive hoy mejor que nunca", insiste.

Respecto a la situación de la ciencia en España "estamos lejos de donde deberíamos, al nivel de cualquier otro país europeo avanzado" aunque reconoce que ha mejorado en los últimos años porque "tenemos auténticas lumbreras con una formación extraordinaria y mucho crédito en el extranjero".

Para solucionar el histórico déficit científico español, Cantó apunta tres condiciones básicas: cambiar la mentalidad de una población que nunca ha apreciado demasiado la ciencia, destinar abundantes recursos económicos tanto públicos como especialmente privados y crear un tejido económico e industrial que dé salida al potencial inventivo del sector.

"El problema es que nadie tiene un modelo claro para España: por ejemplo, se plantea que seamos el geriátrico del continente acogiendo a los ancianos europeos... Investiguemos entonces a fondo, seamos una referencia científica mundial en gerontología..., pero no lo somos", se lamenta. EFE.