En Estados Unidos cada vez más coches tienen instalado un dispositivo que permite a las entidades financieras apagar a distancia y de manera electrónica el coche de un moroso. Es decir, si no está al corriente de pago en las letras que le han permitido adquirir el vehículo, éste, deja de funcionar.
Como explica la BBC, se trata de un sistema basado en la tecnología GPS, instalado en el tablero, y permite al acreedor hacer un seguimiento detallado de los movimientos del automóvil. En realidad no se trata de ninguna novedad porque hace ya diez años que existe el concepto. Sin embargo ahora se ha puesto en marcha una demanda judicial contra las empresas financieras que utilizan la tecnología.
Se basa en el caso de una mujer, Mary Gibbs-Bolender, residente en el estado de Nevada. Su coche se "apagó" al retrasarse tres días en los pagos. Sin embargo, en Nevada no se considera que un comprador entra técnicamente en impago hasta que pasan treinta días.
Además, muchos critican el uso de ésta tecnología porque lo consideran, primero un riesgo para la seguridad, y segundo una violación de la intimidad y los derechos de los más pobres.
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