Las gotas de lluvia no derriban a los mosquitos

  • Un estudio demuestra que el impacto de las gotas de lluvia no es suficiente para derribar a los mosquitos, a pesar de su diferencia de peso y la velocidad con la que chocan. Los científicos lo atribuyen a la poca masa de estos insectos y esperan aplicar estos conocimientos para construir microrobots voladores.

Las gotas de lluvia no derriban a los mosquitos
Las gotas de lluvia no derriban a los mosquitos
lainformacion.com

Un mosquito atraviesa el jardín cuando caen sobre él las primeras gotas de lluvia. A pesar de que cada gota tiene 50 veces su peso, el impacto de uno de estos "proyectiles" caídos del cielo no conseguirá derribarlo y el mosquito podrá seguir su vuelo hasta ponerse a cubierto. Si la situación se aplicara a escala humana, la caída de la gota sobre nosotros equivaldría a que nos pasara un autobús por encima y nos empujara hacia el suelo con una fuerza 300 veces superior a la de la gravedad. Pero el mosquito sobrevive.

Un equipo de ingenieros del Instituto de Tecnología de Georgia ha realizado una serie de pruebas de laboratorio que demuestran que los mosquitos son capaces de sobreponerse al impacto de las gotas más gordas. Para demostrarlo, tomaron una muestra de seis mosquitos Anófeles (el principal vector de la malaria) y dejaron caer sobre ellos gotas de agua desde una altura de diez metros mientras lo filmaban a 4.000 frames por segundo.

Sorprendentemente, los seis insectos consiguieron reponerse de todos los impactos sin que el agua les derribara hasta el fondo de la caja. Para reforzar los resultados, repitieron el experimento con más mosquitos y gotas a diferentes velocidades y la situación era la misma. La gota caía sobre su cuerpo y los desplazaba hasta un máximo de 20 veces la longitud de su cuerpo, pero se recuperaban y seguían volando.

Las conclusiones del equipo son que la masa de los mosquitos, de apenas dos miligramos frente a los 100 miligramos de las gotas, hace que la gota pierda muy poca velocidad y transmite poca fuerza real sobre él. Para comprobarlo, utilizaron unas pequeñas esferas de polietireno del mismo tamaño de los mosquitos y vieron que las gotas apenas reducían su velocidad entre un 2 y un 17%.

Los resultados, publicados en la revista Science, podrían servir para ayudar a controlar plagas o para diseñar microrobots voladores que aprovechen las mismas ventajas que los pequeños e inexpugnables mosquitos.

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