Las simulaciones de trayectorias del vertido del Golfo de México, en manos de superordenadores

  •  Un superordenador de Intel trabaja en simulaciones con las corrientes marinas cercanas al vertido del Golfo de México para calcular sus posibles trayectorias en los próximos meses.
Programa del Océano Paralelo / simulación de corrientes marinas
Programa del Océano Paralelo / simulación de corrientes marinas
POP / Programa del Océano Paralelo
Alvy / Microsiervos

El desastre del vertido de BP en el Golfo de México continua siendo analizado por científicos y expertos de todo el mundo, mediante las más avanzadas tecnologías de captación de datos y "predicción" de que disponen. La incertidumbre sobre hacia donde se dirigirán las manchas de crudo generan una incógnita que pone en aprietos a todos los que están trabajando en minimizar sus efectos sobre las diversas formas de vida marina de la zona, intentando evitar lo peor.

Uno de los equipos que se están utilizando es el superordenador Encanto, ubicado en el campus de Intel de Rio Rancho, que en su momento tuvo el honor de ser el tercero más potente del mundo. Sus 14.336 procesadores Intel Xeon son capaces de trabajar realizando 172 millones de operaciones por segundo y su memoria es 20.000 veces mayor que la de un ordenador de oficina. Entre las labores que habitualmente se realizan con él están todo tipo de simulaciones con el objetivo de predecir movimientos en la economía, en las cuestiones relativas a la conservación del agua o, como ahora, en saber hacia dónde se dirigirá el vertido de crudo del Golfo.

El mayor peligro del que hasta el momento ha "avisado" el superordenador es la posibilidad de que el vertido salga del Golfo de México a través de Florida debido a la corriente del golfo, que la llevaría hasta el Atlántico Norte. Esto supondría un impacto medioambiental terrible para miles de millas de costa de la zona Este de los Estados Unidos.

Para la realización de los cálculos los expertos han utilizado el Parallel Ocean Program (POP, "Programa del Océano Paralelo") que es un modelo muy avanzado de cómo funciona el océano en el que se tiene en cuenta la profundidad del mar en cada punto además de sus coordenadas de posición. De este modo el ordenador resuelve para cada lugar un montón de ecuaciones de movimiento de los fluidos sobre la esfera terrestre, teniendo en cuenta más factores que los que contemplan modelos bidimensionales más simplificados. En la simulación se hacen "fluir" las corrientes del océano y se dejan caer "manchas de tinta" en los lugares a analizar (en este caso el origen del vertido) para ver hacia donde evolucionan.

El sistema necesitó unas 250.000 horas de cálculos masivos para realizar las diversas simulaciones, que empleando 1.000 núcleos se redujeron a aproximadamente diez días. El resultado fue un conjunto de trayectorias posibles –los técnicos prefieren no usar el término "predicción"– que indican que al principio el vertido recorrería lentamente la zona de la costa hasta entrar en la corriente del Golfo, donde podría acabar viajando hasta 100 millas diarias (unos 160 kilómetros).

Mostrar comentarios