Molinos de viento sin aspas para generar la energía eólica del futuro

  • La actual imagen de los parques eólicos de aerogeneradores podría dar paso en el futuro a un nuevo panorama de grandes postes despojados de sus aspas, capaces de generar la energía gracias a una suave oscilación sobre sí mismos.

Madrid, 14 ene.- La actual imagen de los parques eólicos de aerogeneradores podría dar paso en el futuro a un nuevo panorama de grandes postes despojados de sus aspas, capaces de generar la energía gracias a una suave oscilación sobre sí mismos.

La reducción de la materia prima utilizada y de su huella de carbono en la instalación, fabricación y mantenimiento de este nuevo prototipo, la ausencia de ruido y la disminución de los accidentes de los pájaros son algunas de las ventajas medioambientales de este proyecto.

David Suriol, uno de los fundadores y responsable de negocio de Vortex Bladeless, la empresa que los fabrica, ha explicado a EFE que estos molinos de viento "aprovechan los efectos físicos de los conocidos como vórtices de Von Kármán": remolinos que se producen al colocar una estructura frente a un viento constante y que generan una oscilación similar a como cuando ondea una bandera.

"Arquitectos e ingenieros tratan de evitar estos vórtices porque entienden que pueden hacer caer la estructura", señala al recordar el puente de Tacoma Narrows (EEUU) que "en 1930 empezó a oscilar por el flujo del viento y se vino abajo"; "pero nosotros vimos que ahí hay mucha energía y queremos aprovecharla".

Suriol asegura que, pese a su oscilación, es "muy complicado" que los nuevos aerogeneradores se desplomen una vez instalados porque su estructura confeccionada en fibra de vidrio y con escasas piezas metálicas es "alta pero muy ligera y muy rígida, totalmente hueca y con paredes muy estrechas", soportada por una varilla de fibra de carbono.

Además, "son como macetas" porque "tienen todo el peso abajo mientras que los aerogeneradores convencionales lo sufren arriba, por lo que ejercen mucha presión": por ello, apenas tienen corrosión o gastos de mantenimiento.

Estos "bates de béisbol invertidos" poseen dos vías diferentes para convertir la energía cinética primero en mecánica y luego en eléctrica: el material piezoeléctrico que "genera energía a partir de la oscilación" y la inducción electromagnética, "gracias a un alternador convencional".

Es cierto que producen menos energía que un molino eólico convencional, "en torno a un 30 % menos", pero también que su instalación requiere la mitad de costes.

El primer aerogenerador de este tipo estará probablemente disponible en el mercado en dos años, con aproximadamente 12 metros de altura y capacidad de producir una energía de unos cuatro kilovatios, "lo que contrata normalmente una casa en Europa".

El siguiente paso será presentar uno más grande, de unos 100 metros y capaz de generar un megavatio: el prototipo precomercial será una realidad en tres años.

A largo plazo, uno de los objetivos de Vortex Bladeless pasa por las instalaciones marinas: son "el entorno ideal" para esta tecnología porque "el viento es el mejor, el flujo laminar es constante y además existe la facilidad de fabricar al lado de la costa".

Esta nueva tecnología podría desarrollarse y aplicarse en España ya que, según Suriol, hay mucho conocimiento, potencial e ingenierías, pero "es difícil" que así sea por culpa de la actual normativa de comercialización que "no acompaña".

Durante el último año se ha instalado sólo un molino de viento y ahora mismo disponer de un aerogenerador en casa e instalarlo en red cuesta mucho dinero.

Por esa razón, hay más posibilidades de probar en EEUU, Canadá o China, donde el mercado de la minieólica es "muy potente", o bien en otros países que apoyan el desarrollo de la energía eólica, que crece a un ritmo anual del 10 % de media mundial.

Tras reconocer que esta tecnología "no pretende competir con la eólica convencional, por su recorrido y desarrollo", Suriol apuesta por "llegar a aquellos sitios donde ésta no es rentable".

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