Nanogeneradores que convierten el movimiento del cuerpo en electricidad

  • Utilizando estructuras nanométricas construidas con materiales con propiedades piezoleléctricas se puede obtener electricidad partir de los movimientos naturales del cuerpo humano.

Nacho Palou | Microsiervos

Investigadores del Georgia Tech ha logrado construir un generador a escala nanométrica que puede convertir la energía mecánica, resultante del movimiento natural del cuerpo, en electricidad suficiente para hacer funcionar o para recargar pequeños dispositivos electrónicos como pantallas LCD o marcapasos.

Los nanogeneradores pueden situarse en la ropa o estar implantados en el cuerpo. En este segundo caso, aplicado por ejemplo con fines médicos, la energía mecánica necesaria para generar electricidad puede proceder también del movimiento originado por la circulación sanguínea y por órganos como el corazón.

La estructura que forma el generador, cuyas dimensiones se miden en nanómetros –una millonésima parte de un milímetro–, aprovecha las propiedades de los materiales piezoeléctricos, los cuales generar un corriente eléctrica cuando son presionados o apretados.

El cuarzo es probablemente el mineral piezoléctrico más conocido, ampliamente utilizado, por ejemplo, en la fabricación de relojes. Existen otros materiale que tienen esta propiedad de forma natural y otros en los que se puede inducir polarizándolos. También es posible reproducirla en polímeros o cristales sintéticos.

El nanogenerador del Georgia Tech está formado por una serie de capas de nanohilos y finas capas de metal y plástico que resultan en un dispositivo flexible que al deformarse levemente produce unos dos voltios de electricidad "suficiente como para encender una pantalla LCD".

La potencia del prototipo es de unos 11 milivatios por centímetro cúbico, más del doble de la que consume un marcapasos. Los investigadores calculan que el uso de capas múltiples y de un mayor número de nanohilos puede elevar esta cifra por encima de 1 vatio por centímetro cúbico una cantidad más que interesante teniendo en cuenta que un reproductor de música portátil consume 0,08 vatios.

(Fuente: Nano Letters [PDF], vía Technology Review.)

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