Saluda: sales reflejado en mi córnea

Identificar al autor de un delito en los ojos de la víctima es un lugar común en las series de policías. El agente que sigue el caso acude al laboratorio y un técnico consigue ampliar el reflejo (en los ojos de la víctima, en un escaparate o en el pomo de una puerta) hasta que aparece claramente la cara del sospechoso. Este truco pertenece de momento al mundo de la ficción, pero el equipo de Rob Jenkins ha demostrado que en parte se puede hacer realidad.

En un trabajo publicado en PLOS ONE, Jenkins y su equipo del Departamento de Psicología de la Universidad de York han demostrado que se puede recuperar información muy valiosa de los reflejos que aparecen en una fotografía. En concreto, aseguran, es posible reconocer las caras que aparecen reflejadas en la córnea de una persona retratada hasta en un 80% de los casos.

[Te interesa leer: Cuidado, a tu dentista también le engañan los ojos]

Para comprobarlo, los investigadores realizaron varios retratos con una cámara de alta resolución (39 megapíxeles) y ampliaron la córnea del sujeto hasta obtener una imagen de de las personas que estaban detrás de la cámara. A continuación, comprobaron si un grupo de 16 sujetos eran capaces de identificar estas caras, y el resultado fue que estos reflejos de apenas unos píxeles, unas 30.000 veces más pequeños que la cara original, son en buena parte reconocibles.

"Ampliando fotografías de caras en alta resolución", explican los autores, "hemos podido recuperar imágenes de acompañantes ocultos en los reflejos de los sujetos". Estudios anteriores habían demostrado que los humanos somos tan buenos reconociendo caras que podemos identificar a alguien con una imagen minúscula, de apenas 7x10 píxeles. Y es esta capacidad la que podría suponer una ventaja para desarrollar un sistema de reconocimiento de reflejos.

[Te interesa leer: La mejor ciencia del año 2013]

Aunque la cámara utilizada en la prueba ofrece una resolución muy alta, los científicos insisten en que se puede realizar con cámaras de menos calidad y que el factor más importante es el de las personas que reconocen estas caras y si han visto antes al sujeto reflejado. De hecho, los participantes del experimento reconocieron en un 71% de las ocasiones a una persona desconocida mientras que si era conocida losa ciertos alcanzaban el 84%.

Los científicos creen que este tipo de técnicas pueden ayudar en la resolución de algunos tipos de delitos, como aquellos en los que el secuestrador toma una imagen de la víctima y la envía a la familia. Un análisis fino de los reflejos en el ojo de la víctima podría ofrecer alguna pista y los autores del estudio proponen combinar los reflejos de los dos ojos del retratado para mejorar los resultados. Por supuesto, las condiciones reproducidas en el experimento son ideales y difícilmente se darían fuera del laboratorio, donde no habría tan buena iluminación ni las personas se pondrían alrededor de la cámara, apenas a un metro del sujeto. Pero el estudio es una demostración de que si se mejora la tecnología, lo que un día nos pareció ciencia ficción quizá se convierta en una técnica forense.

Referencia: Identifiable Images of Bystanders Extracted from Corneal Reflections(Plos One)