Spotify está ya preparando su desembarco en Estados Unidos

  • Gracias a un acuerdo con Sony, la compañía sueca podría lanzar en breve su software y poner en práctica su fórmula de negocio para el mundo de la música en los Estados Unidos

Fundada hace poco más de dos años, la estrategia de la compañía sueca Spotify ha supuesto una pequeña gran revolución en el mundo de la música. Su servicio, en el que la gente puede oír gratuitamente música en streaming de forma gratuita –como en la radio, acompañada de algunos anuncios– ha demostrado ser tan popular que muchos han borrado los MP3s de sus discos duros por ser, sencillamente innecesarios. Con el tiempo dieron a conocer su modelo de negocio: ofrecer la misma música pero sin anuncios, con más calidad, en versión "portable" para llevar en los reproductores MP3… han probado muchas ideas. Algunas de ellas parecen parece haber funcionado y más de 7 millones de usuarios en toda Europa 80 millones de dólares de diversos inversores metidos en la compañía y 60 personas trabajando allí así lo atestiguan.

La fórmula mágica de negocio de Spotify depende, no obstante, de un factor importante: los acuerdos con las discográficas. La música que puede "emitir" en su peculiar "radio por Internet" –donde los usuarios pueden también buscar y elegir sus canciones favoritas– debe contar con una licencia de las empresas que poseen los derechos. Discográficas y autores cobrarán algo de dinero cada vez que su música se escuche, usando fórmulas como comisiones sobre las ventas, cuentas premium, etcétera. Debido a que esos acuerdos funcionan región por región –a veces incluso país por país–el despliegue del negocio es lento.

Spotify consiguió extenderse con éxito en Europa por países como España, Francia, Suecia, Noruega, Finlandia, Holanda y el Reino Unido. En algunos otros sólo se ofrecía la versión de pago debido a las limitaciones de las licencias. Entre los acuerdos a los que llegó Spotify están discográficas como Sony, EMI, Warner y Universal. En el mundo de la música, contar con algunos socios locales es también importante pues si no toda la música que pueden oír los usuarios son únicamente los grandes hits internacionales.

Recientemente Spotify ha alcanzado ya un acuerdo con Sony para ofrecer su catálogo en Estados Unidos. Para una compañía que todavía pierde dinero, algunas discográficas exigen pagos por adelantado y condiciones muy duras. Pero una vez abierto el melón, si entra una, entran todas. Hay quien opina que Spotify llega un poco tarde al mercado norteamericano, donde compañías como MOG, Napster, Pandora o Rdio ya están haciendo negocio desde hace tiempo. Ahora tendrá que demostrar si su fórmula también es válida en ese mercado y si puede competir con éxito.

Para muchos internautas Spotify se ha convertido casi en un símbolo de la transición entre las fórmulas caducas de distribución de música en soportes físicos (CD) y el nuevo mercado digital. Muchos de los que son acusados de "piratería" por bajar música y películas de Internet afirman pagar gustosos sus diez euros al mes por escuchar la música en Spotify, o bien escuchan gratis las canciones a cambio de soportar algo de publicidad. Incluso piden a gritos un "Spotify para el cine" donde ver películas mediante una fórmula similar. Es una fórmula en la que acaban estando de acuerdo tanto los consumidores como las discográficas y quienes hacen posible la intermediación.

{ Foto (CC) Jon Åslund @ Flickr}

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