Telescopio Canarias ve cometa del cinturón principal dividido en fragmentos

  • El Gran Telescopio Canarias ha observado por primera vez un cometa del cinturón principal dividido en cuatro fragmentos, hallazgo que contribuirá a esclarecer la naturaleza de estos cuerpos.

Santa Cruz de Tenerife, 17 oct.- El Gran Telescopio Canarias ha observado por primera vez un cometa del cinturón principal dividido en cuatro fragmentos, hallazgo que contribuirá a esclarecer la naturaleza de estos cuerpos.

Una nota del Instituto de Astrofísica de Canarias informa de que los cometas del cinturón principal (MBC en su acrónimo inglés) son cuerpos que siguen la órbita de los asteroides pero que, sin embargo, presentan una cola similar a la de un cometa.

El trabajo ha sido liderado por el astrofísico del IAC Javier Licandro en colaboración con investigadores del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), adscritos al GTC.

El hallazgo, observado a través del Gran Telescopio Canarias, supone para el IAC una oportunidad para estudiar la estructura interna de un MBC y descubrir el mecanismo que le convierte en un asteroide con cola, una suerte de híbrido entre un asteroide y un cometa, indica el centro investigador.

Licandro indica en la nota que una de las dudas sobre estos cuerpos es el mecanismo por el que expulsan polvo y forman, como los cometas, una coma y una cola.

Añade que los asteroides no podrían dar pie a la formación de una cola recurriendo a los mismos mecanismos que emplean los cometas, que lo logran al contener no sólo rocas sino también hielo en su composición.

Además el científico indica que los MBC no provienen de las mismas regiones de las que vienen los cometas, que son el cinturón transneptuniano y la nube de Oort, y que están pobladas de cuerpos de hielo y silicatos que al calentarse cuando el objeto se acerca al Sol se subliman y arrastran el polvo formando las colas cometarias.

En cambio, agrega Licandro, los MBC trazan la órbita típica de un asteroide del cinturón principal y se sabe que dinámicamente es casi imposible que un cometa adquiera una órbita así.

El IAC indica que el hallazgo del equipo español puede resultar de gran utilidad para resolver este enigma y en concreto han observado y caracterizado el MBC P/2013 R3 (Catalina-Panstarrs), localizado a 1,2 unidades astronómicas de la Tierra (unos 170.000 millones de kilómetros).

El objeto acaba de dividirse en al menos cuatro fragmentos, en un proceso de fragmentación probablemente similar al que sufren los cometas.

Estas cuatro piezas, si sobreviven, darían lugar a cuatros nuevos MBC y es problema que el núcleo actual y al menos el fragmento más brillante, puedan observarse en un futuro, apunta Licandro.

Ahora, prosigue el astrofísico, el grupo del IAC y del IAA trata de determinar los elementos que componen estas cuatro piezas y, con ello, averiguar por fin cuál es la naturaleza del núcleo de un MBC.

En sus observaciones, los investigadores han empleado el instrumento Osiris del GTC, ubicado en el observatorio del Roque de Los Muchachos (La Palma), así como el observatorio de Sierra Nevada, en Granada.

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