Terremoto en Japón: "Por un instante pensé que la palmaba, que era el final"

"La comida en los supermercados se ha terminado. Solo queda agua y salsas", escribe el tuitero alicantino Héctor García desde Tokio. Una foto colgada por este internauta en Flickr muestra a "gente esperando para usar un viejo teléfono público".

Contactar por teléfono con Japón es casi misión imposible, donde la mayoría de las comunicaciones están cortadas y se habla de al menos cuatro millones de casas sin electricidad. Desde Yokohama, a menos de una hora en coche al sur de Tokio, Rocío Martín cuenta a lainformacion.com que solo ha podido contactar con su familia a través de internet. Allí el temblor ha sido menor.

"He experimentado unos cuantos [terremotos] de grado 3 desde que estoy aquí, y la verdad no he tenido miedo. Pero una vez pasado este tan grande y viendo que seguimos con réplicas que no paran, esto asusta. No sé como voy a dormir esta noche", comenta a través de correo electrónico unas seis horas después del terremoto. Pero cuenta que "la gente está tranquila", haciendo largas colas en las paradas de autobús para volver a casa.

Miedo mortal

En Tokio, han evacuado el edificio de Héctor, que -harto de las réplicas del seísmo- comenta: "sigo con el miedo metido en el cuerpo". "Por primera vez en mi vida, por un instante pensé que la palmaba, pensé que era el final. Que la palmábamos todos en Tokio :(", cuenta después de cinco años viviendo en Japón.

Son tantos los periodistas que han contactado con Héctor, que incluso ha elaborado un texto explicando su situación más allá de sus tuits. "El terremoto lo vivimos con gran miedo. Todo el edificio comenzó a bambolearse de lado a lado y las cosas a caerse", describe en su particular nota de prensa.

"Espero que esto sea una de esas experiencias de una vez en la vida", asegura otro tuitero español, el madrileño Rodrigo Fernández, desde su cuenta pasado el susto. Explica que al no estar próximo a la costa, en su zona "ya están tranquilos".

También vive en Tokio y cuenta que "una vista de pájaro de Tokio muestra todos los rascacielos encendidos, por aquí parece que nadie se quedó sin luz".

Fernán dice en su blog Los Ojos de Ella que lo que ha vivido hoy también en Tokio es "algo fuera de lo normal". Cuenta que "incluso los japoneses, que quizá sean los más acostumbrados del mundo a los terremotos, han sido los primeros en ponerse pálidos (y alguno incluso llorar) y salir corriendo de sus puestos de trabajo, con las implicaciones morales y sociales que eso puede llegar a tener para un japonés".

Este español ofrece algunas imágenes de la embajada española en Tokio, con los muebles, estanterías y documentos tirados indiscriminadamente por el suelo. También muestra fotos de gente caminando protegidos con cascos por la ciudad y las estanterías de los supermercados prácticamente vacías.

Exteriores busca a los españoles

Por su parte, el ministerio de Asuntos Exteriores trata de localizar a los posibles españoles afectados por el terremoto, que ha azotado especialmente el noreste del país, en las localidades de Miyagi y Sendái.

Cuatro españoles permanecen desaparecidos en la zona en la que se ha registrado el seísmo en Japón. Exteriores no ha podido localizarlos, ha asegurado el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui. El ministerio de Asuntos Exteriores está en contacto con la Embajada de Tokio para conocer la situación en que se encuentran los 1.600 que viven en todo el país.

La mayoría residen en la capital, según han asegurado a lainformacion.com fuentes del ministerio. A su vez llaman a la calma, pues la "presencia de españoles en la zona del epicentro es muy reducida" y no prevén que hayan resultado heridos ni fallecidos.