Un grupo de programadores resucita LimeWire y lo hace mejor que antes

  • La victoria legal de la RIAA contra este software de intercambio de archivos se demuestra cada vez más irrelevante
Wicho / Microsiervos

A finales del mes pasado una orden de la juez federal Kimba Wood obligaba a los responsables de Lime Wire LLC a "matar" Lime Wire y dejar de dar soporte y distribución a este software para compartir archivos.

Gracias a un "control remoto" instalado por la empresa a partir de la versión 5.1.11 de LimeWire todas las copias de esta versión y posteriores fueron desactivadas como consecuencia de la orden judicial, mientras que las anteriores siguen funcionando aunque muestran un mensaje sobre la orden judicial al arrancar.

Como era previsible, al dejar de funcionar LimeWire los usuarios afectados han ido buscando otras alternativas, que han experimentado un gran aumento en su número de descargas.

Pero ahora acaba de aparecer una nueva versión de LimeWire llamada LimeWire Pirate Edition, creada por un grupo de programadores que mantienen sus identidades en secreto, y que promete ser mejor que las versiones anteriores oficiales.

Además de prescindir del citado control remoto que permitía desactivar el software y de cualquier dependencia que quedara de los servidores de Lime Wire LLC esta versión incluye de forma gratuita las funciones que antes sólo estaban disponibles en la versión de pago, y que son una mayor velocidad de descarga y mejores resultados en las búsquedas, así como un antivirus.

Otra cosa que los “monos piratas”, como ellos mismos se denominan, han eliminado, es todo tipo de publicidad o de rutinas en el programa que informaban a la empresa de los hábitos de búsqueda de los usuarios para poder colocarles publicidad más enfocada a sus gustos.

Por ahora sólo está disponible para Windows, apropiadamente en las redes P2P, pero es previsible que pronto aparezca para otras plataformas.

Es de suponer que la RIAA y otras entidades similares nunca acaben de entenderlo, pero salvo que consigan desconectar Internet, es prácticamente imposible que una sentencia judicial consiga detener el uso de las redes P2P.

Una vez más, sería mucho mejor que dedicaran sus esfuerzos a pensar en nuevos modelos de negocio que se adapten al nuevo mundo que Internet y la tecnología han creado.

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