El museo ha abierto sus puertas al público a las 9 horas de la mañana, como cada día, y los visitantes han vuelto a llenar las salas del edificio, en que reposan los restos mortales del genio surrealista y por el que desfilan 4.000 visitantes diarios, que no han percibido ninguna afectación.
Unas pequeñas marcas blancas encima de la lápida de Dalí daban testimonio de los trabajos realizados desde las 20 horas hasta las 0.40 horas de la madrugada para conseguir muestras biológicas del artista, en el que lo que el secretario de la Fundación Gala-Salvador Dalí ha considerado un "acto de violencia".
"Toda exhumación no deja de ser un acto de violencia con la persona difunta", observaba Peñuelas en rueda de prensa a primera hora de este viernes para dar detalles de la acción judicial y forense llevada a cabo este jueves.
La tumba de Dalí, levantada con un sistema de poleas para mover la losa de tonelada y media, amanecía este viernes aparentemente intacta para un público mayoritariamente turista que posaba sus miradas en ella más de lo habitual.
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