Eduardo Noriega: "Pegarte con Schwarzenegger es un gustazo"

Eduardo Noriega se suma al grupo de actores españoles que interpretan a villanos en Hollywood, gracias a su papel de narcotraficante latino que se enfrenta a Arnold Schwarzenegger en la película El último desafío. El actor explica esta tendencia como un rasgo típico del cine de Estados Unidos.

"No es cuestión de ser español o de latino, sino de ser extranjero. El malo es el que viene de fuera y el héroe, aunque tenga origen austríaco, es el sheriff americano. Tiene que ver mucho con una cultura donde los malos son siempre los otros", afirma Noriega.

El intérprete santanderino se limitó a encarnar en el filme a un "villano clásico, sin resquicios y que no se redime".

"Es lo que el personaje de Forest Whitaker define como un psicópata en un batmóvil", en referencia al Corvette ZR1 en el que su personaje huirá hacia la frontera de México. La película permitió que Noriega hiciera realidad un sueño de niñez, que es trabajar con Schwarzenegger.

"Pegarte con Governator [Arnold Schwarzenegger] es un gustazo. Y, encima, yo soy el único que puede presumir de hacerlo en su vuelta al cine de acción', reconoce entusiasmado.

Noriega solo tiene buenas palabras para el protagonista de Desafío Total, que encarna al sheriff con el que tendrá que enfrentarse para pasar la frontera de Estados Unidos.

"Schwarzenegger es un tipo muy cercano y con mucho sentido del humor. Se nota que viene de la cosa pública y la clase política, porque es encantador, amable y nunca se mete en ningún tema controvertido ni espinoso", explica.

No obstante, a pesar del afán conciliador de Schwarzenegger, una película de acción y tiros como El último desafío se vio afectada por el debate sobre el uso de las armas de fuego en Estados Unidos. El actor español, sin embargo, descarta que las películas fomenten de una manera u otra la violencia.

"El cine no es más que una representación de nosotros, para bien y para mal. A mí, no me parece mal que exista violencia en el cine, porque es diversión y forma parte de un entretenimiento de un par de horas. Ojalá las armas en Estados Unidos sólo existieran dentro de las películas; pero no es así", finaliza Noriega.