El universo de 'Star Wars', a los aturdidos ojos de un profano

  • 'La guerra de las galaxias' vuelve a los cines. Este viernes se reestrena el 'Episodio I. La amenaza fantasma' en 3D y, aunque pueda parecer raro, no todo el mundo se congratula con la noticia. Porque los fans de 'Star Wars' se cuentan por millones, pero también los hay que no terminan de pillarle el punto a esto de los Jedi, Sith y compañía. A ojos de un profano, el universo creado por George Lucas puede ser un batiburrillo imposible de desentrañar.
Y tú, ¿qué color de espada láser tienes?
Y tú, ¿qué color de espada láser tienes?
lainformacion.com
M. J. Arias

Millones de personas alrededor del mundo se declaran fans incondicionales de la saga Star Wars. Para algunos es casi una religión. Para otros, una maraña difícil de entender. No hace falta haber visto ninguna de las películas para saber quien es Darth Vader o distinguir a R2D2 de C3PO. Pero, aunque pueda parecer increíble y asombroso, no todo el mundo se deja arrastrar al universo de Star Wars. Existen algunos especímenes para quienes todo este imaginario estelar no es más que un universo confuso, caótico y plagado de sinsentidos. En realidad, pasa en las mejores sagas. Cuando no se logra entrar en ellas, no hay manera humana de convencer al agnóstico.

La primera entrega de Star Wars(la que a la postre sería la cuarta en la línea argumental) se estrenó en el ya lejano 1977. Su aparición supuso no solo todo un acontecimiento cinematográfico y un revivir del cine de ciencia ficción, fue algo más. Fue el comienzo de una saga que más de 30 años después se mantiene viva merced al afán de George Lucas por no cerrar el universo en algún punto. La guerra de las galaxias vuelve esta semana a los cines con un Episodio I. La amenaza fantasma remozado y en 3D. En la fiebre existente actualmente por las tres dimensiones, Lucas no ha querido ser menos y se ha lanzado a la aventura de probar suerte con la primera precuela. Lo cierto es que el 3D no aporta nada a la película y, como era de esperar, el resultado es más bien chapucero, pero, para muchos, puede ser una forma de engancharse a una saga con la que hasta ahora quizá no hayan tenido demasiado feeling.

No es tan raro como parece. Hay gente a la que no le gusta Star Wars. Es más, se acercan a ella (los que se atreven) con recelo y con los aturdidos ojos de un profano en la materia al que todo le suena a chino. Si se ve la franquicia de nuevas son muchas las cosas que pueden chocar a todo aquel que no consiga enganchar con esta historia de guerras interplanetarias, naves sofisticadas y bichos raros, no, lo siguiente.

Las preguntas se suceden una tras otra. A ver…¿por qué la espada de Liam Neeson es verde, la de Ewan McGregor azul y la del señor con cuernos roja? Puede parecer una cuestión de colorido sin más o quizá tenga algún significado que a cualquier profano se le escape. Aunque lo de menos es el color de las espadas láser. Hay cosas que vistas desde la ignorancia sobre el tema pueden resultar de lo más chocantes o, incluso, llegar a pensarse que son errores de guión.¿Alguien sabe por qué Anakin crece de una película a otra, pero Amidala sigue igual? Vale que Natalie Portman siempre ha tenido esa cara de niña, pero aun así la diferencia de edad debería notarse.

Lo de sentir empatía o aprecio por los personajes es imprescindible para dejarse llevar a un mundo como el de Star Wars. Quienes llegaron a él con la primera trilogía (la antigua, vamos) lo tuvieron más fácil. Han Solo, Darth Vader, Leia y hasta Luke Skywalker tenían su gancho. El problema es si se aterriza en el mundo de Lucas a través del Episodio I y sucesivos. ¿A nadie se le ocurrió que Jar Jar Binks sería un personaje insufrible? ¿O que Hayden Christensen tiene menos expresividad que una berenjena? El carácter redicho y repelente de C3PO tampoco es de lo más acertado de primeras. Aunque al final hasta se le puede coger cierto aprecio si se le compara con Jar Jar Binks.

Mención aparte merece el sistema político que rige todo este universo. Así, de primeras, no se entiende como en una República hay una Reina o porqué esta deja de serlo de una entrega a otra. Lo de disfrazarla como la disfrazan no está mal como truco para que Keira Knightley pueda pasar por Natalie Portman. El funcionamiento del Senado casi merece una asignatura anual de 12 créditos para él solo. Y eso por no hablar de que de la República se pasa al Imperio y de que con tanto planeta y raza no hay quien se aclare de quién pertenece a dónde.

Lo de conseguir distinguir una raza de otra es casi tan complicado como enterarse de cuáles son las naves de los buenos y cuáles las de los malos. Dos son claves, el Halcón Milenario y la Estrella de la Muerte. A partir de ahí, el resto no son más que un batiburrillo de hierros y motores. Como los términos que se usan. Llamar a alguien padawan, ¿es bueno o malo? Y, ¿qué demonios es la Fuerza? Tiene un lado oscuro y otro que no lo es, pero ¿de verdad se explica con una teoría sobre midiclorianos que ya solo recordar el nombre de cabeza tiene más mérito que aprender a decir de carrerilla esternocleidomastoideo?

Pero si existe algo que extraña de verdad a alguien profano en el universo de Star Wars es que cómo es posible que siendo los Jedi tan poderosos y dotados como lo están con el don de la clarividencia ninguno diese un paso al frente para vetar en condiciones el adiestramiento de Anakin. Se hubieran ahorrado mucho sufrimiento y la credibilidad de Yoda no hubiese quedado en entredicho. Y, por último, ¿cerrará George Lucas en algún momento la saga o seguirá estirando el chicle hasta que ya no pueda más?

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