Paolo Virzì: "A veces las mujeres son frívolas porque son demasiado inteligentes"

  • Llega a España 'La prima cosa bella', la película de Paolo Virzì que representó a Italia en la última edición de los Oscar. Este homenaje a las comedia clásica italiana cuenta la historia de una mujer hermosa maltratada por los hombres, que nunca pierde la sonrisa y de cómo esto afecta a sus dos hijos. Un viaje de reconciliaciones con la familia y la vida.
Tráiler de 'La prima cosa bella'
Tráiler de 'La prima cosa bella'
lainformacion.com
M. J. Arias

La personalidad de Anna Nigiotti (Micaela Ramazzotti), protagonista de La prima cosa bella, es tan atrayente como su belleza. A ratos parece realmente estúpida y por momentos tremendamente inteligente. Una forma de ser compleja en torno a la cual gira la que fuera candidata italiana en la última edición de los Oscar. Un homenaje a las comedias clásicas italianas, que esta semana llega a las salas españolas. Su director, Paolo Virzì, ha estado en Madrid analizando la complejidad de una mujer que podría ser la madre de cualquiera y de una historia sobre la vida, la reconciliación y la fortaleza.

"El misterio más interesante de investigar en esta historia es el carácter de esta figura femenina. Nace de la frase de una poetisa italiana llamada Alda Merini. Ella decía que a veces las mujeres son frívolas porque son demasiado inteligentes", explica Paolo Virzì, director y coguionista de La prima cosa bella. No le falta razón a este exhabitante de Livorno que ha vuelto a su ciudad para rodar una película sobre la reconciliación que huye de la nostalgia.

La prima cosa bella trata (principalmente) sobre dos personajes, una madre y un hijo separados hace años que inician un camino de reconciliación en la etapa final de ella. "De hijo herido se convierte en padre de su madre", dice Virzì sobre Bruno. Es un hombre que tiene miedo a vivir, con una personalidad marcada por las supuestas locuras que su madre cometió y para quien volver a la ciudad en la que creció es como hacer un viaje a un pasado que lo marcó negativamente.

Desde que su padre les echó de casa, Bruno tuvo que tomar las riendas. Cuando ni siquiera era un adolescente se convirtió en padre para su hermana Valeria y casi marido de su madre. Ahora, cuando Anna está apunto de morir, Valeria consigue que Bruno vuelva a esa ciudad de la que huyó teniendo que enfrentarse a un pasado que no le deja pasar página y a una madre que aún lo avergüenza con sus actos.

En esto hay un poco de autobiografía. Virzì también creció en Livorno y salió huyendo de allí como su protagonista. Sin embargo, vuelve con sus películas a una ciudad que, de alguna manera, lo mantiene atrapado. Esta es la cuarta que rueda allí, en una ciudad industrial en la que obsesión de los lugareños para con quienes vuelven es que se den un baño en el mar. "En la película hay muchos momentos que pueden encontrarse en mi vida y que han ayudado a mis colaboradores a reconstruir porque he tirado mucho de álbumes familiares. Por ejemplo la escena del balneario, la viví yo en directo cuando tenía siete años", recuerda Virzì. Se refiere al arranque de la película, cuando Anna es elegida la mamá más guapa.

Y luego está su madre, la del director, quien como todas las madres "todavía es capaz de sorprenderme y hacerme pasar por situaciones embarazosas" como le ocurre al protagonista. Porque las madres no dejan de serlo nunca y para ellas sus niños jamás llegan a ser adultos del todo. Anna no es distinta en eso. Sigue enfrentándose a la vida con una sonrisa y una canción en los labios. Esa frivolidad con la que afronta los reveses, sin embargo, no es más que una máscara con la que protegerse a sí misma y a sus hijos. A Bruno le cuesta verlo. Y por eso ese viaje interior complejo en busca de la reconciliación con su madre, pero también con la vida.

Todo contado sin un ápice de nostalgia, porque como bien dice en director, en La prima cosa bella, no hay lugar para la nostalgia. No se recuerda el pasado con añoranza. Lo que sí hay es un fuerte sentido tragicómico. A veces más trágico que cómico. Se tratan sentimientos universales de una forma ligera y sentida al mismo tiempo en un homenaje a la comedia italiana clásica. Como esa escena que rememora La moglie del prete, protagonizada por Sophia Loren y Marcello Mastroianni. No es la mejor de Dino Risi, pero es la que cuadraba por fechas según ha reconocido el propio Virzì. Se rodó en 1971.

Pero, ¿qué es La prima cosa bella? El cartel de la película hace pensar que se trata de la protagonista, de una belleza asombrosa. Sin embargo, hay que escarbar un poco más para encontrar el sentido del título. Sacado de una canción "un poco estúpida pero romántica" –lo ha dicho el propio Virzì- La prima cosa bella es "este amor primordial, que entrega esta criatura frágil que es Anna. Esa especie de deseo de ligereza y delicadeza opuesto a la dureza y los problemas de la vida".

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