Las tabletas esperan nuevas formas de literatura

  • La lectura en una pantalla conectada a internet puede generar nuevas formas de literatura. Así, las tabletas (`tablets´) esperan que los nuevos escritores experimenten con contenidos menos textuales y más interactivos.

David González | aviondepapel.tv

La pantalla de un ordenador es el formato en el que lee la mayoría de lectores digitales españoles. El móvil o las tabletas son aún aparatos residuales para los amantes de la literatura. Sin embargo, la popularización de estos terminales provocaría que la narrativa evolucione hacia otros formatos, como así ha pasado, por ejemplo, con la pintura y sus incursiones en el vídeo arte y la performance. 

"Hay pocos escritores que experimentan con estas nuevas tecnologías. La mayoría está trasladando sus libros en papel a sus versiones digitales. Todavía no se han lanzado a crear obras digitales para ser, cien por cien, consumidas en pantallas", explica Javier Celaya, responsable en España de The Copia. 

En este sentido, este experto asegura que en Estados Unidos ya se están prodigando los llamados autores transmedia. Estos nuevos juglares del siglo XXI ya no sólo narran sus ficciones en texto, sino que también conjugan lenguajes multimedia, vinculando a los párrafos el formato vídeo, audio, imágenes, enlaces o cualquier otro tipo de experiencias visuales.  

"Es ahí donde debemos detectar esos autores del siglo XXI para que los editores de este siglo los promocionen y les ayuden a llegar el mercado. Inevitablemente, los autores nos vamos a convertir en productores multimedia", añade Celaya.  

Aparecen así los denominados libros enriquecidos, un nuevo formato muy propicio para su réplica en las pantallas de las tabletas, dispositivos que tienen más funcionalidades que los e-readers.  

"Si hablamos de las tabletas, el contenido debería ofrecer, por ejemplo, vídeos interactivos que realizan preguntas para que el lector responda si quiera avanzar en la narración. Es un tipo de literatura que necesita también de programación, no sólo escritura", añade Santos Palazzi, del grupo Planeta. 

Así, una novela podría contener, por ejemplo, un mapamundi donde sus protagonistas continúan la trama dentro de una ciudad. Para ello, sería necesario implementar programas de geolocalización al contenido literario. No se trataría de "dar el mapa", según explican los expertos consultados, sino de que el lector "visite el mapa" porque allí ocurre algo. 

"Ahora, sólo se está trasladando el modelo papel a lo digital y nosotros creemos que también cambiará también la manera de consumir la lectura. Leeremos compartiendo nuestros libros o incluso algún párrafo concreto en las redes sociales. El acto de la lectura será más social, gracias a Facebook o Twitter", afirma Aitor Grandes, fundador de la plataforma de lectura digital 24symbols. 

Quizá sean las nuevas generaciones de lectores las que vean a nuevos escritores creando para estos nuevos dispositivos digitales. No en vano, el 48% de los niños entre 10 y 13 años confiesa que ya lee en pantalla libros, revistas o webs, según los datos de la Federación de Gremios de Editores de España. Y casi nueve de cada 10 menores prefieren aún el ordenador, frente al resto de dispositivos, como las tabletas, todavía muy caras y no aptas para todos los bolsillos. 

"Sin embargo, veremos un incremento del hábito de la lectura en pantalla. Hoy es del 3%, a finales de año llegará el 5% de lectores y el próximo año superará el 10%. Si evoluciona como en otros mercados, dentro de una década, más de la mitad de los lectores leerán en digital. Una vez que te acostumbras a la pantalla, no regresas al papel", finaliza Javier Celaya.

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