¿Qué irá de moda en 2011?

  • ¿Cuál es el color del año? ¿Seguiremos bailando el tango de forma tradicional? ¿Se solucionará la lucha entre lo analógico y lo digital? Entre moda, diseño, gastronomía y danza éstos son algunos de los posibles escenarios futuros de lo que irá de moda en el año que acaba de empezar.
El color Madreselva estará de moda este 2011
El color Madreselva estará de moda este 2011
Alessia Cisternino
Alessia Cisternino
Alessia Cisternino

La moda es algo imprevisible, incluso cuando saca una vez más del baúl los años 60 o 70 para añadirles adjetivos fantasiosos y acuñar expresiones bastante improbables como hippy-chic, original-classic, new romantic. Nadie sabe lo que pasará en las pasarelas y en las calles hasta cuando un día de repente pasa y nos parece que ha estado allí desde siempre.

Aun así se puede intentar husmear por la cerradura y hacer alguna consideración sobre por dónde van los tiros. Por ejemplo sabemos ya cuál será el color del año. La empresa Pantone LLC, autoridad mundial del color, ha anunciado que será el Pantone® Madreselva 18-2120 (Honeysuckle, según su terminología inglesa) que sucede al turquesa del 2010. Una cálida y energética mezcla entre rosa y rojo que con mucha probabilidad veremos derramarse como una cascada en la ropa y en los cosméticos femeninos, en los detalles del vestuario masculino y en la decoración de interiores.

El "tango queer"es lo que más se lleva en Buenos Aires. Se trata de una manera de bailar el tango que revoluciona los esquemas tradicionales y no tanto porque la pareja está formada por personas del mismo sexo, sino porque acaba con las reglas clásicas y esencialmente machistas del tango argentino tradicional según las cuales es el hombre quien invita a bailar y conduce el baile mientras la mujer espera pacientemente (a veces en balde durante toda la noche) y se limita a seguir. El Festival Internacional de Tango Queer de Buenos Aires ya ha llegado a su cuarta edición, un éxito que se debe sobre todo a libertad y a la informalidad que introduce en ese baile tradicional argentino.

El 2010 ha sido el año del triunfo a sorpresa de la cocina nórdica, pero también el año en el que la dieta mediterránea ha sido declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. ¿Cómo se solucionará esta lucha entre fogones? Probablemente no se solucionará: cada uno seguirá disfrutando de la cocina a la que está acostumbrado, aunque alguna buena vibración parece llegar de la cocina de América Latina – en particular de la cocina peruana – mientras para todos los sushi-adictos ha llegado el momento de renunciar hasta cuando sea necesario a una delicia de los mares en peligro de extinción como el atún rojo.

El diseño y la arquitectura han puesto al medio ambiente en los últimos años en el primer puesto entre las condiciones que hay respetar en cada uno de sus proyectos. Es previsible y deseable que sigan por el mismo camino, en un momento en el que también todas las artes – desde las artes plásticas hasta las artes visuales – renuncian a su deseo de inmortalidad y aceptan la idea del reciclaje, es decir de arte a partir de material reciclado tanto como de arte destinado a ser reciclado una y otra vez.  

Quizás el 2011 sea el año en el que se solucione la pelea entre lo digital y lo analógico. Hay cámaras fotográficas a altísima resolución y, en el frente opuesto, hay cámaras juguetes y cámaras lomográficas. Hay lectores mp3 capaces de contener miles de canciones en un espacio minúsculo y hay bandas musicales que optan por un vinilo con cuatro canciones para lanzar su primer álbum. Hay libros electrónicos y lectores empedernidos que se agarran a sentidos como el tacto y el olfato para intentar salvar los libros de papel.

Se trata de uno de esos enfrentamientos apocalípticos, como el que un día opuso el cine al teatro, la imprenta a los códigos miniados de los monjes medievales y la democracia a la oligarquía. Tal y como los seres humanos estamos dotados de un hemisferio derecho y un izquierdo, podemos pensar que también tenemos un hemisferio digital y uno analógico y que, hasta cuando no tenga lugar alguna mutación genética – quizás en 2011 o el 2050, quién sabe – no sabremos qué elegir. Mientras tanto a disfrutar de todo lo bueno de lo uno y de lo otro.

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