Anabel Alonso maneja "el cotarro" como maestra de ceremonias en "The Hole"

  • Carlos Mínguez.

Carlos Mínguez.

Madrid, 11 dic.- Descarado y gamberro, rompedor, terapéutico, vital y optimista. Así es, según la actriz Anabel Alonso, su nuevo reto profesional, "The Hole", un espectáculo que lleva ya años reventando taquillas y en el que ella se estrena como maestra de ceremonias, como la jefa del "cotarro".

Un espectáculo que es un "cocktail" perfecto entre el teatro chino de Manolita Chen, la única concesión a la picardía que permitió la rígida censura franquista, el Molino Rojo, el histórico y canalla cabaret del madrileño barrio de Lavapiés, víctima hace años de la piqueta, y el Circo Price de la década de los sesenta del siglo pasado.

"Es una mezcla de la frescura de Manolita Chen, el descaro del Molino y el talento de los números circenses del Price. Tiene lo mejor de cada casa", destaca, en una entrevista con Efe, esta actriz (Baracaldo, Vizcaya, 1964) especialmente dotada para la comedia, "para hacer reír", que siente que las "mariposas" revolotean en su estómago en los días previos a su debut, el próximo día 17.

"The Hole" ("El agujero") ha vuelto a la cartelera madrileña después de triunfar en otras ciudades españolas y lo ha hecho no en un teatro al uso, como en temporadas pasadas, sino en una carpa circense con capacidad para novecientos espectadores.

Dos semanas de ensayos lleva ya Anabel Alonso para convertirse en la cabaretera que nunca antes pensó ser. "En ningún momento de mi carrera pensé que iba a acabar de cabaretera", bromea esta actriz curtida en el teatro, el cine y la televisión. "Cuando te dedicas a esto -comenta-, te gusta tocar cuantas más teclas mejor".

Para meterse en la piel de esta especie de "dominatrix" -así, vestida con corpiño de cuero negro y fusta en ristre, aparece en las vallas publicitarias-, Anabel Alonso apenas ha tenido dos semanas de ensayos -"nunca parecen suficientes"-, en las que ha tenido que esforzarse en cantar y bailar, además de aprenderse un guión que se presta mucho a la improvisación, algo que ella domina.

"Tengo muchas horas de vuelo sobre un escenario, sí, pero esto es muy variadito: ahora te canto un tema, ahora te hago una coreografía, ahora te hago un monólogo, ahora me bajo al público... Tiene de todo. Ya puedo poner otra muesca en el revólver", afirma quien tiene que compartir escenario, además de con un elenco de artistas circenses de gran calidad, con una rata, tal como suena.

"Entre la 'fauna' que ocupa el escenario del espectáculo, sí, hay una rata, que es mi amor, no me da ningún repelús. Es la prueba del millón para poder hacer "The Hole". No se si me atrevería con una serpiente o con una araña... Debe de ser porque de niña vi muchas películas de Disney, en las que los ratoncitos siempre eran buenos", ironiza.

Lo que más le gusta a Anabel Alonso de este nuevo reto, en el que antes probaron Paco León, la Terremoto de Alcorcón, Alex O'Dogherty o el humorista Quequé, es bajarse al patio de butacas y "chafardear" con el público, "meterte un poco con él, hacérselo pasar un poco mal".

En "The Hole", continúa, "vale todo", con el único propósito de que el espectador se sienta feliz. "Uno va al agujero a divertirse, a reírse de uno mismo y de los demás, a dejarse de prejuicios. Es como un oasis de libertad, como una fiesta con un mensaje muy claro: que no te quede nunca nada por hacer, por disfrutar, que no haya nada que se te quede dentro, encallado".

La maestra de ceremonias Anabel Alonso estará en "The Hole" quince días, hasta el 28 de diciembre, pero deja la puerta abierta a posteriores colaboraciones.

Eso sí, siempre y cuando lo pueda compaginar con sus otros dos trabajos actuales: la serie de televisión "Amar es para siempre", donde interpreta a una mujer amargada y resignada, muy lejos de su registro cómico, y la comedia teatral "El Eunuco".

"No estoy en el agujero, estoy en racha, en la cresta de la ola. Es un momento dulce en mi carrera". De ahí que cuando le preguntan qué pide al nuevo año ella no duda la respuesta: "Lo mismo para los demás", para sus muchos compañeros en paro. "Yo no juego a la lotería, porque a mí me ha tocado ya".

De ese cabaret del siglo XXI que es "The Hole", Alonso espera que salga una actriz con menos pudores, "ser más atrevida, no tener miedo al riesgo". Y un riesgo podría ser ver cumplido un sueño: hacer una revista musical. "Ser como Norma Duval pero en canalla. ¡Ojala tuviera sus piernas!".

Y que sea mejor antes que tarde, "porque, si pasan los años, voy a tener las carnes demasiado flojas". Y estalla en una carcajada.

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