Uganda trata de atajar las muertes en la carretera más peligrosa del mundo acusada de brujería

  • Los conductores suelen incorporarse a la carretera tras haber rezado. Nadie sabe por qué en la ruta de Masaka se producen tantas muertes. Muchos hablan ya de brujería y ya se practican exorcismos en ella.

    "Más de 200 personas han muerto en esta carretera desde enero. Ha sido una masacre", afirma una de las agentes de seguridad que han sido enviadas a la zona para tratar de frenar el número de muertes.

Uganda trata de atajar las muertes en la carretera más peligrosa del mundo acusada de brujería
Uganda trata de atajar las muertes en la carretera más peligrosa del mundo acusada de brujería
M.T.

Las autoridades de Uganda tratan de hacer más segura la ruta de Masaka, que le disputa a la boliviana Las Yungas, conocida como "carretera de la muerte", el título de ruta más peligrosa del mundo.

En 2016 murieron más personas en los 130 kilómetros de la carretera Kampala-Masaka que en el promedio de un año en el montañoso camino de Las Yungas, donde fallecen entre 200 y 300 personas por año, según las autoridades del país africano. La carretera, asfaltada y sinuosa, comunica la capital, Kampala, con Masaka, en el sur del país.

Luciendo unos inmaculados calcetines blancos, la agente de tráfico de la policía ugandesa Edith Nanteza trata de imponer el orden en un control de esta carretera, levantando levemente la mano y dejando a los conductores pasar.

No se trata de una rutina. Nanteza forma parte de la operación Fika Salama, "Llegar con seguridad" en swahili, el idioma del país.

Desde lo alto de una colina, Nanteza vigila la ruta, desde donde se aprecia una bruma de calor emergiendo del caliente asfalto. "Más de 200 personas han muerto en esta carretera desde enero. Ha sido una masacre", afirma. Se ha apuntado contra todas las causas posibles para explicar estas muertes, desde el mal mantenimiento de la calzada o la conducción peligrosa, hasta incluso la brujería.

Los conductores suelen incorporarse a la carretera tras haber rezado.

En la comisaría local de policía de Mpigi, Nanteza señala los retocidos restos de vehículos apilados en el patio. "Recientemente, 21 personas, incluyendo un niño, murieron en un único accidente", afirma, espantando a una cabra. "Un coche intentó adelantar a un vehículo pero colisionó con un camión, que perdió el control y chocó con dos minibuses llenos".

Nsubuga Shabal viajaba hacia Kampala con su mujer y su hijo de siete años cuando ocurrió el accidente. "Mi mujer murió en el acto. Nuestro hijo vive con familiares, sigue herido y necesita tratamiento pero yo no puedo darle nada porque sigo recuperándome y perdí mi trabajo por no poder andar bien a causa de mis lesiones".

La oficial de policía Sarah Kwibika está al mando de la operación Fika Salama. "El 90% de los accidentes de deben a un error humano", defiende.Las autoridades culpan a los conductores

"La velocidad, los adelantamientos arriesgados en curvas, camiones sobrecargados, vehículos no aptos para la circulación y la conducción en estado de ebriedad son las principales causas. Es culpa del comportamiento del conductor, no de la carretera", asegura.

Otros critican que la carretera, construida con donaciones internacionales, es peligrosamente inadecuada. La concurrida autovía fue repavimentada a finales de la década de los 2000 y luego ensanchada con carriles extra para reducir los accidentes.

Kristian Schmidt, al frente de la oficina de la UE en Uganda, solicitó que se actuara después de que un informe encargado por el gobierno revelara que más de mil millones de dólares habían sido desviados de partidas para el mantenimiento de carreteras en los últimos siete años.

Por orden del presidente de Uganda, Yoweri Museveni, los 900 empleados de la autoridad de carreteras del país fueron despedidos el pasado año.Exorcismo en plena carretera

La carretera entre Kampala y Masaka es une la costa keninana y la República Democrática del Congo, Ruanda y Burundi a través de Uganda. La situación ha llevado incluso a algunos grupos religiosos a tomar cartas en el asunto. En el arcén, el reverendo Bibiru derrama aceite sobre las líneas mientras 15 de sus seguidores cantan y rezan.

"Es la primera vez que realizamos un exorcismo de carretera. Mientras se construía la carretera hubo mucha brujería y por eso ahora muere tanta gente", explica el reverendo. "Es el diablo el que ha hecho tan peligrosa esta carretera".

La comisaria Kwibika prefiere soluciones más terrenales. "Perseguiremos, sin merced, a cada conductor que encontremos infringiendo la más mínima norma. Sin excepción".

Las multas por conducir sin carné rondan los 50 dólares, una cantidad no muy disuasoria, mientras que los procedimientos contra infracciones más graves son muy lentos, ninguno de los casos recientes ha llegado todavía a juicio. De repente, la comisaria recibe una llamada de teléfono. La oficial Nanteza le informa de otro accidente grave. Kwibika jadea. Uno de los heridos es su propio primo, una víctima más de la carretera más peligrosa del mundo.

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