¿De verdad quería Pablo Iglesias tener 4 grupos en el Congreso?

Algunos de sus seguidores dirán que la duda ofende. Pero no. Pablo Iglesiasha demostrado en su breve trayectoria política que es capaz de decir una cosa y hacer la contraria sin perder la sonrisa. Tras embaucar durante un tiempo a IU, la acabó apuñalando dejándola sola en tierra de nadie ante las elecciones. Ahora, su visión política, su leninismo moderado lo van a sufrir las mareas a las que se subió cuando su marca no llegaba a la orilla.

¿Quiso Pablo realmente tener cuatro grupos? La respuesta parece ser, visto lo visto, que no. La teatralización de la negativa del búnker a concederlos pareció excesiva hasta para Podemos. Teniendo en cuenta que legalmente no tenían nada que hacer, parece claro que Pablo sabía que lo que iba a recibir de PP y PSOE era un no rotundo. ¿A qué la promesa entonces a las mareas? ¿Bajo qué criterio?

Pablo poco podía ganar con cuatro grupos en el Congreso. Lo primero, perdía tanto tiempo (aunque ahora tendrá cuatro portavoces, veremos su al final hablan todos o por practicidad todo queda en agua de borrajas) como visibilidad. Y eso en política, y más si se basa en el márketing, lo es todo. El liderazgo es uno o no es, en clave leninista. Y los pactos están para romperlos. Pablo fulminó a los disidentes en el País Vasco, convirtió los círculos en algo muerto, aunque luego les dedicara un emotivo vídeo por su ayuda. Ahora las mareas no tienen otra que aceptar el término plurinacional. O eso o nada. Pero de grupo propio, por mucho que hablen que la agenda, y de visibilidad y de proyecto, nada de nada.

Las minorías ricas de Errejón se comportan fielmente como el más duro leninismo. Lo que haga el líder. Todo por el pueblo pero sin el pueblo. Ahora todo por las mareas pero sin las mareas. Esto ya se ha visto en la historia. "No nos podíamos imaginar que nos iban a decir que no". ¿Alguien se lo cree? ¿Se lo creen los rostros como piedras de los aficionados de la política como son las mareas? El líder manda. Y lo vende Errejón como nadie. Al final un grupo es mejor que cuatro, es más avanzado. Lástima que no se dieran cuenta antes. La responsabilidad es de ellos, el pueblo es de ellos y la democracia es de ellos. El grupo plurinacional es ahora su nuevo invento. Palabras, pero grupos, grupos, uno.

Y aún queda lo mejor cuando se empiece a decir que la línea roja del referéndum no lo es tanto. Al tiempo. Pablo en estado puro.