El Tesoro Público ha saldado el examen del mercado con un aprobado muy raspado. Y es que, en plena tormenta de la deuda soberana, España ha colocado 2.494 millones de euros en bonos a tres y cuatro años, en línea con la cantidad máxima que había previsto.
Además, ha saldado la subasta con una fuerte demanda, lo que significa, según los expertos, que nuestra deuda no suscita miedo al mercado.
Ahora bien, los inversores, conscientes de que nuestra economía está en el ojo del huracán de la tormenta, han exigido unos intereses muy elevados al organismo emisor. Tanto, que ha tenido que pagar más de un 5% por los bonos a cuatro años.
En concreto, se han colocado 372 millones en bonos con vencimiento el 31 de enero de 2015, por los que se ha pagado un interés medio del 4,37%. Esta rentabilidad es un 51% más alta que la desembolsada el pasado 4 de abril, la última vez que se emitió este tipo de papel, cuando el rendimiento fue del 2,89%.
También se han adjudicado otros 1.024 millones en bonos con vencimiento el 30 de julio de 2015 a un interés del 4,87%. Esto es, un 21% más que el 4,03% que pagó el pasado 3 de mayo.
Por último, se han colocado otros 1.098 millones en bonos con vencimiento el 30 de abril de 2016 a un 5,10%, una cifra que supera en un 51% la pagada en la anterior emisión de este tipo de deuda.
El repunte de la rentabilidad estaba descontado por los analistas, quienes recuerdan que la prima de riesgo de España hace equilibrios en su nivel más alto desde que entramos en el euro.
No obstante, también resaltan la fuerte demanda que han tenido los bonos, todo un síntoma de que quieren aprovechar la elevada rentabilidad que estamos pagando. En términos generales, los inversores han pedido al Tesoro casi 7.400 millones, una cifra que supera en 3 veces la cantidad que ha sido adjudicada.
Aunque la demanda no ha sido igual de elevada en todos los plazos. Es más, los bonos que caducan en enero de 2015 han registrado un ratio de cobertura de 4,5 veces la oferta, frente a las 2,41 veces de la subasta anterior.
En el caso de los bonos que cencen en julio de 2015, la demanda ha superado en 3 veces la oferta, frente a las 2,88 veces precedentes. En cambio, el ratio de los bonos a cuatro años ha caído respecto a la subasta previa: ha sido de 2,4 veces, frente a las 4,1 veces anteriores.
Sin reacción en el mercado
La subasta era una de las citas claves del día para la bolsa y los bonos españoles y, de momento, su resultado no se está reflejando ni para bien, ni para mal. Al igual que antes de la emisión, el Ibex cotiza con suaves caídas, lastrado por el castigo al sistema financiero.
Mientras, en el mercado de deuda, el interés del bono español a diez años se mantiene alrededor del 6,3%, igual que a primera hora, mientras que la prima de riesgo continúa en torno a los 485 puntos básicos.
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