¿Está Grecia en bancarrota?

  • La crisis griega crece sin que se atisbe una mejoría al corto plazo. El Gobierno heleno ha anunciado ya una decena de planes de ajuste y, año y medio después del primer rescate, la economía no ha mejorado. En esta tesitura, ¿conviene asumir la realidad y que Atenas anuncie que es incapaz de pagar lo que debe?
La eurozona toma el pulso a la crisis en Grecia
La eurozona toma el pulso a la crisis en Grecia
lainformacion.com

Una concesión más y una nueva exigencia. Grecia acumula año y medio de amenazas de impago, anuncios de recortes drásticos, privatizaciones, huelgas generales, presión internacional, deuda incontrolada... En definitiva, el país heleno ha reinventado el concepto de crisis. Para ellos, no hay tonos grises en economía; todo es negro.

Justo en una semana que se antoja, una vez más, definitiva, la prensa internacional reabre un viejo debate: ¿por qué no se oficializa el impago oficial de Atenas y todos seguimos adelante? ¿Por qué no se admite la realidad?

A la espera de que Banco Central Europeo, Comisión y Fondo Monetario Internacional corroboren si el último esfuerzo de Atenas, el despido de 30.000 funcionarios, es suficiente, aquí van seis razones esgrimidas por Time para aceptar que Grecia está en bancarrota:

1-. El impago es inevitable. No se trata de si va a ocurrir, sino de cómo va a suceder. El propio Gobierno griego ha asumido que habrá un default parcial, o una quita de la deuda pendiente. Lo que hay que intentar es que se venda el impago como "ordenado" y procurando minimizar el impacto sobre el sistema financiero. Pero impago habrá, llámenlo como quieran.

2-. Los inversores y los mercados llevan casi dos años descontando el supuesto impago, con lo que la asunción de su existencia no arrastrará mucho más al país. Incluso podría ocurrir el efecto contrario.

3-. El reconocimiento de que se producirá el default es la mejor demostración de que el sistema del rescate ha fallado. Desde su aprobación, hace 17 meses, la economía griega ha empeorado y da la sensación de que la Unión Europea ha tirado el dinero. ¿Por qué no destinarlo a algo que funcione?

4-. El rescate ha fallado porque nadie se cree Grecia vaya a pagar sus deudas al mismo tiempo que aplica duras medidas de recorte. Aquí impera la idea muy defendida en Estados Unidos de que los programas de ajuste no son la panacea porque estrangulan el necesario crecimiento para ingresar más.

Si no gastas, no recibes y si no recibes, no puedes pagar lo que debes. Así de claro. ¿La prueba? (al menos, en el caso griego): ni su déficit ni su crecimiento han dado señales de recuperación.

5-. Hay mejores destinos en los que gastar el dinero de los europeos. Por ejemplo, en fortalecer a España e Italia y en recuperar la confianza de los inversores y de los mercados. No hay nada que odie más el capital que se derroche.

6-. Grecia está a punto de romperse socialmente... si no lo ha hecho ya. Puede sonar duro, pero Grecia debe suspender pagos y comenzar desde cero por su cuenta.¿Salirse del euro? Puede que fuera recomendable, ya que así podría manejar las clásicas políticas monetarias de manual: la devaluación de su moneda.

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