¿Ha llegado el momento de dejar caer a Grecia?

Europa se ha convertido en uno de los grandes peligros de la economía global, y gran parte de la culpa la tiene Grecia.

Para Paul Brain, uno de los gestores estrella del banco de inversión Bank of New York Mellon, la crisis de deuda soberana sigue muy activa, e incluso para algunos expertos se ha agravado. "Mientras la austeridad fiscal es frecuente en la región,  el crecimiento económico no lo es", recalca el gestor. Y parece que las tensiones se han incrementado al llegar septiembre.

"Hasta ahora, las autoridades han tratado de posponer lo inevitable, pero a medida que las cifras económicas comienzan a deteriorarse, hay un sentimiento generalizado de que la situación está llegando a punto de ebullición. Los estados del sur no son capaces de reducir su déficit a través de la austeridad fiscal, porque sus economías no están creciendo, como lo confirman los últimos datos de Grecia", explica el experto.

En concreto, en apenas una semana, el país ha confirmado que su economía se contrajo un 7,3% en el segundo trimestre del año, cuatro décimas más de lo previsto, y que sus fondos para pagar salarios y pensiones se agotarán en octubre, por no hablar de que la deuda del país ronda los 340.000 millones de euros.

Ante un escenario que se va complicando mes a mes, las soluciones se van reduciendo. Sobre todo, porque ya se ha descartado la creación de los Eurobonos y no se ve con buenos ojos la compra de bonos soberanos de la eurozona por parte del Banco Central Europeo.

Por eso, todo apunta a que la crisis helena desembocará en una quita de la deuda o en la salida del euro. Miguel Ángel Paz, director de la unidad de gestión de Unicorp Patrimonio, apuesta más por la quita de la deuda helena. Es decir, porque Europa acuerde perdonar una parte del dinero que debe Grecia.

"El problema heleno, y del resto de países periféricos no se soluciona con inyecciones de dinero, sino de confianza. Y el mercado ya no tiene esperanza en que las autoridades políticas y monetarias sean capaces de generar la confianza necesaria para salvar la situación actual. Si el mercado no tiene confianza en que un país pueda pagar sus deudas, se entra en un círculo vicioso que desemboca en la quiebra del país", explica el experto.

Por eso, continúa, "la solución parece que puede tomar a esta altura dos alternativas: o la salida del euro o una quita de su deuda. Nosotros nos inclinamos más por una quita de la deuda que podría estar en torno al 50% o 60%, que es la cifra que está descontando el mercado si tenemos en cuenta que los bonos helenos a distintos plazos cotizan actualmente alrededor del 45%".

Lo mismo opina José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citigroup en España, que no espera que haya una quita de la deuda superior al 20% a corto plazo. Una cifra superior "sería equivalente a un default desordinado que se debe (y puede) evitar".

Sin embargo, no todos los expertos piensan igual que él. El gestor de BNY Mellon se decanta más por el adiós del país a la Unión Monetaria.

"Siendo realistas, la idea actual de una quita modesta de la deuda no es suficiente para devolver a Grecia a una evolución más sostenible de sus presupuestos. Resulta necesario un enfoque más radical, lo que exigiría a Grecia salir del euro. Desde hace un tiempo hemos sostenido que esto es inevitable, y que todos los planes deben encaminarse a ayudar a que el sistema financiero europeo se prepare para esta posibilidad", asegura Brain.

No obstante, el banco suizo UBS ha analizado recientemente cuáles son las consecuencias de que un país débil abandone la moneda única. Y son aterradoras: un impago soberano, un colapso en el sistema bancario, que que se ha llegado a cifrar en 2 billones de euros, y un bloqueo de su comercio internacional. Incluso hay hueco para un conflicto civil.

Pero el gestor insiste: ¿No es mejor que una situación como la actual de depresión y un déficit cada vez mayor? En su opinión, la salida del euro está más que justificada. "El plan actual de la demora y la austeridad fiscal no va a funcionar y los problemas de Grecia irán a peor. Por eso, creemos que es hora de dejar caer al país".

¿Podrían llegar Grecia y Europa a este extremo? De momento, es una incógnita. Y, aunque hay argumentos para justificar varias soluciones a la tragedia griega, será el mercado quien determine cuándo se acaba la presión sobre el país y sus vecinos de la periferia.