Los tres frentes de la UE a falta de tres días para la cumbre decisiva

  • La Unión Europea parece estar más cerca de concretar cómo será el enésimo cortafuegos a la crisis económica que ha hundido a tres de sus miembros, amenaza a otros dos (España, entre ellos) de forma más o menos inmediata y hace temblar al resto. Tras un domingo con numerosas ruedas de prensa, declaraciones y promesas, así queda la situación.
Los líderes de zona euro presionan a Italia a acometer reformas
Los líderes de zona euro presionan a Italia a acometer reformas
Álex Medina R.

Eso de reunirse para solucionar los problemas sabiendo que tres días más tarde habrá otra reunión es la mejor forma de no llegar a ningún acuerdo al primer intento. Así ha ocurrido con los miembros de la Unión Europea, que celebraron un Consejo el domingo para debatir sobre la salida de la crisis conociendo que el miércoles se verían las caras de nuevo.

Porque en 72 horas lo harán hasta en tres citas consecutivas: una de los ministros de Economía y Finanzas de los Veintisiete (Ecofín), un Consejo Europeo y después una cumbre de los líderes del euro.

Por lo tanto, ¿cómo queda la negociación? ¿Qué se ha avanzado?¿Qué se ha tratado? ¿Cómo quedan los protagonistas?

- Primer frente. La ampliación del Fondo de Rescate.

Dotado ahora mismo con unos 440.000 millones de euros, ya no se habla tanto de añadirle millones sino de su verdadero papel en los próximos meses. Por un lado, parece claro que la mayoría de los miembros está dispuesto a convertirlo en una especie de cortafuegos que sofoque las llamas en caso de que empiecen a quemar demasiado a España e Italia.

¿Dónde están los problemas? En cómo se va a convertir el Fondo de Rescate en un chaleco antibalas sin que dé la sensación a los países en apuros de que ya no hay nada que temer. Alemania quiere dejar claro que hay que seguir tomando medidas (así lo recordó en varias ocasiones Merkel durante el fin de semana especialmente a Italia, a la que ya se ve más débil que a España).

También hay peros a las formas por parte de Francia: un modelo demasiado simple podría provocar que París perdiese su máxima calificación crediticia. Hace justo una semana, Moody's le dio el primer susto a los galos advirtiéndole que los vigilaba de cerca y eso ha acrecentado la prudencia en el Eliseo.

Lo que sí parece claro es que la canciller alemana ha conseguido que cualquier solución saque al Banco Central Europeo de la ecuación. Hay dos alternativas y "ninguna de ellas incluye al BCE porque los Tratados no lo permiten". Francia defendía que el regulador participara en el refuerzo de la potencia del fondo pero ha claudicado en su propuesta.

Últimamente se habla de una posible implicación más directa del Fondo Monetario Internacional.  

- Segundo frente. Grecia... siempre Grecia.

El país heleno, que no llega ni al 2% del Producto Interior Bruto de la Unión Europea, sigue siendo la hoguera incombustible de problemas para el resto de los socios. En julio, tras no pocas reuniones (en una situación similar a la vivida estos días de octubre), Europa se puso dura antes de permitir un segundo rescate.

Aunque claro, Grecia ya tiene graves dificultades para cumplir el mínimo que les permita recibir los tramos del primer rescate. A duras penas, va consiguiendo tapar huecos que le dan días de respiro.

La salida tiene nombre de quita (es decir, dar por perdido un pellizco de los préstamos concedidos) y la discusión se centra en el tamaño que tendrán que tragarse los bancos. En la reunión de verano, se aceptó que se le perdonaría alrededor de un 21% a Atenas.

Estos días ya se habla con total frescura de un 50% y hay quien eleva las cifras al 60%. El miércoles se verá el alcance de una solucion que pone de los nervios a los mercados y ha hundido sesiones bursátiles a menudo.

- Tercer frente. La recapitalización de la banca.

No hace mucho, el Fondo Monetario Internacional calculaba que la recapitalización de la banca europea supondría unos 200.000 millones de euros. De momento, los estados comunitarios prefieren quedarse en los 100.000 millones. Con eso debería bastar.

¿Y cómo se ejecutará esta nueva reordenación financiera? Una vez más, los flecos se cerrarán el miércoles, pero aquí va el panorama ideal explicado por Merkel y Sarkozy: los bancos que no cumplan el nuevo ratio de capital deberán acudir primero al mercado, después a ayudas nacionales y "como último recurso" al fondo de rescate.

El principio de acuerdo alcanzado durante el fin de semana no pareció gustar demasiado a España, Italia y Portugal, con lo que puede dar una idea de a quién podría afectar más o menos.

Las quejas de los países mediterráneos nacen del aumento al 9% del ratio de capital (dicho en pocas palabras, el dinero exento de cualquier riesgo que tiene cada entidad) exigible a la banca. Los últimos test de estrés de julio se quedaban satisfechos con un 5%.

En cualquier caso, parece ser que la mayor limpieza se le pedirá sólo a las entidades consideradas sistémicas (es decir, que su caída sería demasido grande como para arrastrar a todo el país con ellas). Para España, incluiría a Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia y Popular. Los dos primeros están a salvo de cualquier medición, como demuestra su buena calificación crediticia por parte de las implacables agencias.

Sin embargo, estos números también esconden una pretensión de las autoridades europeas de aprovechar el momento para reclamar un nuevo modelo bancario mejor gestionado, tal y como explicó hace unos días el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, que incluso propuso que no se cobrasen dividendos ni extras en entidades con problemas.     

Mostrar comentarios