Merkel y Sarkozy quieren que las constituciones recojan un límite al déficit

  • Francia y Alemania ya han desvelado su receta para calmar a los mercados y encauzar la grave crisis económica que padece el continente: que los 17 países del euro se comprometan a la estabilidad presupuestaria fijándolo en sus propias constituciones, que haya un gobierno "económico y auténtico" con reuniones puntuales y que se aplique una tasa a la transacciones financieras.
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Francia y Alemania tienen la receta. Y así lo han explicado hoy sus máximos dirigentes. Con ella, se calmarán a los mercados y se encauzará la grave crisis económica que padece el continente. En concreto, consiste en que los 17 países del euro se comprometan a la estabilidad presupuestaria fijándolo en sus propias constituciones,que haya un gobierno "económico y auténtico" con reuniones puntuales y que se aplique una tasa a la transacciones financieras.

Al mismo tiempo, ambos países se comprometen a armonizar el Impuesto de Sociedades a partir de 2013. Todo ello, bajo el compromiso general de "defender el euro" ante cualquier consideración.

Los máximos dirigentes de Francia y Alemania, Nicolas Sarkozy y Angela Merkel, sí que dejaron claro que la idea de los Eurobonos es todavía demasiado prematura. "Algún día se hablará de ello", pero "nunca pueden ser el principio del debate", subrayó el presidente galo.

Volviendo a su propuesta en sí, ambos consideran urgente la instauración de "un verdadero gobierno económico" en la zona euro, constituido por un consejo de jefes de Estado y de Gobierno que se reúna dos veces al año.

En la presentación de las conclusiones de la reunión mantenida para tratar la reforma de la gobernanza de la zona euro, los dos mandatarios anunciaron su deseo de que el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, asuma la presidencia estable de esa instancia.

Al mismo tiempo, y antes de que llegue otoño, París y Berlín trabajarán para presentar una propuesta de tasa a las transacciones financieras y plantearán la necesidad de que cada país integrante de la zona euro incluya en su propia constitución una regla que garantice la estabilidad presupuestaria y el control del gasto.

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