Kirchner confirma la expropiación de YPF a Repsol

¡Oeoeoeo, yo soy argentino! Con este cántico ha sido recibida la decisión de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, de tomar el control de YPF y, por tanto, de expropiársela a Repsol.

Con tal objetivo, ha anunciado que enviará al Parlamento un proyecto de ley, bautizado como "Soberanía hidrocarburífera de la República Argentina", que permitirá al Estado argentino y a las provincias productoras de petróleo hacerse con el 51% del capital.

El país suramericano sustraerá estas acciones del 57% que posee actualmente Repsol, lo que significa que Grupo Petersen seguirá ostentando otro 25%, y también los accionistas en bolsa.

Al frente de YPF, Fernández de Kirchner ha puesto al ministro de Planificación, Julio de Vido, que estará acompañado por Axel Kicillof, vicesecretario de Economía, ya que desde hoy es efectiva la intervención.

Fernández de Kirchner acaba de hacer pública su decisión en una rueda de prensa que está dando en la Casa Rosada, donde está enumerando, uno a uno, los artículos del cuerpo legal a través del cual se va instrumentar esta decisión.

Ésta se basa en considerar YPF como bien de "interés público nacional", razón que según la presidenta argentina le permitirá hacerse con el control del 51% del accionariado de la compañía.

Kirchner también ha aprobado destituir a todos los directivos actuales de la filial, una noticia que ha sido acogida con fuertes aplausos por el auditorio presente en la Casa Rosada.

La compañía buscará el apoyo de nuevos socios para conseguir los fondos que necesita la compañía, tanto públicos como privados, y asegura que acudirá a los mercados a financiarse.

El proyecto de ley consta de 19 artículos, repartidos en 50 páginas, que hoy mismo serán enviados al Parlamento, donde el partido de Fernández de Kirchner tiene mayoría, lo mismo que ocurre en el Senado. "Somos el único país de Latinoamérica, prácticamente del mundo, que no maneja sus recursos naturales", ha dicho la presidenta, para justificar su decisión.

Además, ha insistido en que no se trata de un proceso de nacionalización, sino de "recuperación de la soberanía de un instrumento fundamental" para el desarrollo del país.

Como argumento para reforzar su decisión, ha recordado que la mayoría de las grandes petroleras mundiales están controladas por el Estado: Brasil (Petrobras), Rusia (Gazprom), Emiratos Árabes, Irak, Kuwait, Noruega, Canadá, Argelia (Sonatrach), Qtar, Libia, Egipto, Ecuador... son sólo algunos ejemplos de Estados que controlan sus recursos petrolíferos.

"No estamos inventando absolutamente nada", ha señalado la presidenta argentina, que también ha hecho referencia a poder crear un gran fondo soberano con los beneficios que obtenga del crudo, como Noruega.

Para llevar a cabo esta expropiación, Fernández de Kirchner ha dicho que hará falta el acuerdo de dos terceras partes del Congreso, el mismo consenso que se requiere para modificar la Constitución.

"Si alguien después de mi vuelve a querer vender patrimonio del Estado, va a necesitar dos terceras partes", ha asegurado la presidenta argentina, una declaración que ha vuelto a desatar los aplausos del auditorio.