Ni datos inflados ni contabilidad creativa: habrá menos PIB y eso también sube el déficit

  • El déficit puede engordar de muchas formas distintas y no todas tienen que ver con gastar más o cambiar criterios contables. Ya está más que confirmado que España crecerá menos en 2011 y cualquier descenso en el PIB final supone un aumento del peso del déficit sobre las cuentas nacionales.
El Gobierno subirá las pensiones un 1% en 2012
El Gobierno subirá las pensiones un 1% en 2012
Álex Medina R.

El déficit es material sensible hasta el punto de que se reformó la Constitución para erradicarlo de las cuentas públicas. Se habla de un 6% o de un 8% como si fueran dogmas de fe.También genera tensiones diplomáticas, como demostró la polémica suscitada el pasado martes en torno a la supuesta inflación de las cuentas que ha hecho el Gobierno de Mariano Rajoy.

La polvareda en torno a la noticia empieza a asentarse, tras los desmentidos de Bruselas y Moncloa al respecto, pero ¿se pueden manipular los grandes números al antojo político? ¿Qué se tiene en cuenta a la hora de cuadrar unos presupuestos? ¿Por qué es tan sensible el déficit?

Aunque la pregunta clave podría ser ¿qué pasa si el volumen final de PIB es menor al previsto y el de déficit se mantiene? Que el segundo crece en términos porcentuales, ya que la base de cálculo es más pequeña.

Sin embargo, los grandes números son tan inmensos que aguantan cualquier modificación en alguna de las múltiples partidas que se recogen y que reúnen a administraciones de todo tipo, empresas públicas, flujos entre gobiernos y un largo etcétera, apuntan fuentes de distintas consultoras, acostumbradas a las cuentas de la empresa privada (más sencillas en su concepción).

"Es tan simple como adelantar pagos o retrasar ingresos", apunta, por su parte, Francisco Fernández Marugán, ex diputado socialista y portavoz en la Comisión de Presupuestos durante varias legislaturas. Sin embargo, "lo que se puede hacer es mínimo", remacha para descartar grandes variaciones explicadas desde la contabilidad.

"No ha dado tiempo material a que el Gobierno pueda cambiar partidas de forma masiva", ahonda José María Mollinedo, secretario general del sindicato de Técnicos de Hacienda. Teniendo en cuenta que el PP entró oficialmente en el poder en Navidad, apenas disponía de unos días de margen para retocar los cálculos del anterior Ejecutivo.

Igualmente, las imputaciones de ingresos al ejercicio posterior o de los gastos al precedente terminan ajustándose a lo largo del año, con lo que cualquier maquillaje al respecto sería momentáneo.

La imporancia de un PIB más pequeño

El déficit, decíamos, es sensible y no sólo porque levante debates políticos. Los números rojos (o el superávit, de haberlo en algún momento) se miden en función al Producto Interior Bruto del país.

España suma un PIB de poco más de un billón de euros. Según el Instituto Nacional de Estadística, terminó 2010 con una producción total de 1,051 billones. De ahí que se diga que un déficit del 6% equivale a unos 60.000 millones y que cada décima de desviación asciende a 1.000 millones (se hace la cuenta sobre el billón exacto).

Pues bien: las famosas previsiones del Gobierno para 2011 estimaban un déficit del 6% al terminar el año con un crecimiento del PIB del 1,3%. Quedémonos con el PIB: desde la cifra de cierre de 2010 eso suponía terminar el año en 1,065 billones.

Lo malo es que ayer mismo el INE (y el Banco de España hace unos días) calcularon que España no crecerá más de un 0,7%, es decir, la mitad de lo calculado.

De ser así, España concluirá el ejercicio pasado con un PIB de 1,058 billones. Y los números rojos no han menguado, más bien al contrario. Así que cualquier incremento en el déficit se hará sobre un PIB menor al previsto, con lo que el porcentaje también crecerá por ese lado.  

Por último, todos los cálculos de ejecución presupuestaria del Ministerio de Economía socialista se realizaron sobre una estimación de PIB en 2011 de 1,082 billones (mucho más de lo que dejaría un crecimiento del 1,3%).

Lo que no depende de cálculos porcentuales o estimaciones son los 52.000 millones de números rojos que se alcanzaron en noviembre sólo en las cuentas del Estado (sin contar con las autonomías, que, a su vez, sumaban otros 13.000 millones hasta septiembre).

Según el anterior Gobierno, esos 52.000 millones suponían un 4,84% de déficit del PIB... pero de un PIB irreal y superior al que se dará finalmente al cierre de 2011. Por este lado también podrían surgir algunas décimas nuevas.

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