El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha avanzado en su discurso del Debate sobre el Estado de la Nación que el déficit público cerrará el año 2012 por debajo del 7% del PIB.
Esta cifra se situaría por encima del 6,3% establecido como objetivo ineludible por Bruselas, pero por debajo del 7,2% en el que lo situaban los analistas en sus estimaciones de las últimas semanas.
Rajoy ha precisado que la reducción del desequilibrio ha sido compartido entre todas las Administraciones Públicas y ha subrayado que para ello España ha tenido que realizar un esfuerzo suplementario al inicialmente previsto.
El Gobierno calculaba a principios de 2012 que tendría que rebajar los desequilibrios presupuestarios en 16.500 millones de euros y finalmente los habrá reducido en algo más de 21.000 millones, según detalló el presidente.
Este esfuerzo se ha repartido entre mayores impuestos y, lógicamente, mayores recortes de gasto, y se ha repartido entre todas las Administraciones Públicas.
El presidente del Gobierno ha destacado también las iniciativas adoptadas en este periodo para apuntalar la solvencia financiera de comunidades autónomas y corporaciones locales: el Plan de Pago a Proveedores o el Fondo de Liquidez Autonómica.
Medidas, ha dicho, que han proporcionado 60.000 millones de euros a las Administraciones Territoriales y que han impedido que muchas de ellas se hayan declarado en suspensión de pagos, con el impacto demoledor que tendría sobre las empresas de sus territorios.
Incumplimiento de promesas electorales
Para ello, como ha reconocido el presidente del Gobierno, ha tenido que incumplir alguno de sus compromisos electorales como no subir el IVA, una maniobra que Rajoy ha atribuido a la desviación inesperada del déficit en 2011.
Rajoy ha señalado que el conjunto de las medidas fiscales adoptadas, que han afectado prácticamente a todas las figuras del arco tributario, desde el IRPF al Impuesto de Sociedades pasando por los Impuestos Especiales, han logrado generar una recaudación extra superior a los 11.200 millones de euros.
Y también ha puesto en valor que pese a la necesidad de afrontar una dura consolidación fiscal se hayan subido las pensiones (aunque menos de lo previsto) o se hayan preservado otras prestaciones sociales, como la de desempleo.
De confirmarse el dato avanzado por el presidente del Gobierno, el déficit español estaría dentro de la horquilla establecida como asumible por analistas e inversores internacionales, que esperaban un déficit en el entorno del 7% para constatar el esfuerzo español en la reducción de sus desequilibrios.
El presidente también ha confirmado que la reducción del déficit estructural español estará en el entorno del 3,5% del PIB, en línea con lo que Bruselas exigía para flexibilizar sus exigencias respecto al cumplimiento de los datos de la senda de consolidación fiscal.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios