Ya hay acuerdo: Los jefes de Estado y de Gobierno del Eurogrupo han alcanzado un consenso sobre el segundo rescate de Grecia que incluirá nuevos préstamos de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y una contribución de la banca, a la que se pedirá que acepte un aplazamiento del pago de los bonos griegos.
De una forma específica, los acreedores privados participarán en el rescate con 135.000 millones de euros a devolver en 30 años. Así lo ha anunciado el presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien ha confirmado además que el fondo de rescate podrá comprar deuda pública en los mercados secundarios, operación que hasta ahora realizaba el Banco Central Europeo para reducir las tensiones sobre los países periféricos.
Por su parte, Angela Merkel, en su propia rueda de prensa, acotó un poco más estas cifras. En general, el segundo programa de rescate ascenderá a unos 109.000 millones de euros hasta 2014, y la participación del sector privado sería de unos 50.000 millones de forma inmediata.
De esta participación privada, unos 12.600 millones procederán de la recompra de bonos griegos por parte de las entidades participantes, añadió Merkel tras la cumbre de la eurozona que acordó el nuevo programa de rescate para Grecia.
El objetivo principal del plan es frenar el contagio de la crisis de deuda helena a España e Italia. Para ello, y más allá de las fronteras helenas, se prevé además flexibilizar el fondo de rescate de 750.000 millones de euros, permitiendo que conceda créditos preventivos y recapitalice los bancos de países con problemas, aunque no hayan sido rescatados.
Esta medida está especialmente pensada para proteger a los dos países que estaban al borde del precipicio, tras la caída de Grecia, Irlanda y Portugal. Hablamos de España e Italia que, gracias a esta revisión del fondo de rescate, podrían recurrir a préstamos especiales para afrontar los ataques especuladores a corto plazo sin necesidad de caer en un rescate propiamente dicho.
El Eurogrupo ha aprobado además alargar los plazos y rebajar los tipos de los préstamos concedidos por la UE a Grecia para hacer más sostenible su deuda. En concreto, los tipos de interés se rebajarán a entre el 3,5% y el 4%, según ha dicho Sarkozy. Del mismo modo, se ampliará el periodo de pago desde los siete años y medio actuales a 15 o incluso 30.
El presidente francés ha explicado que si las agencias de rating califican este plan de impago, los países de la eurozona garantizarán temporalmente los bonos griegos para que el Banco Central Europeo (BCE) siga inyectando liquidez en el sistema financiero heleno.
"Lo que vamos a hacer por Grecia, no lo haremos por ningún otro país de la eurozona", ha dicho Sarkozy para dejar claro que la reestructuración de la deuda no se extenderá a Portugal e Irlanda. "Para estos dos países excluimos totalmente la participación del sector privado", ha insistido.No obstante, Lisboa y Dublín sí se beneficiarán de la reducción de los tipos y la ampliación de los plazos de los préstamos de la UE.
Básicamente, el texto que han firmado definitivamente los 17 dirigentes comunitarios es muy similar al borrador filtrado durante todo el día, es decir, al principio de acuerdo al que ya llegaron Angela Merkel y Nicolas Sarkozy en sus reuniones previas.
En él, ya se recogía cierta inclusión del sector privado en el segundo paquete de ayudas destinado al país heleno. Finalmente, se articulará a través de una renegociación de la deuda que mantienen ahora mismo con el país heleno. Ahora habrá que ver cómo recibe el mercado esta decisión y, sobre todo, cómo lo contemplan las agencias de calificación.
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