Cardenal vs. Villar, amistad entre juristas del deporte truncada en los tribunales

  • Tanto desde el entorno de los Villar, como desde la parte de Cardenal, comentan con sorpresa como se ha deteriorado una relación que siempre había sido fructífera.

    Cardenal hijo y Luzón hijo, descendientes directos del ex número uno y el ex número dos de la fiscalía, aparecen en Soule en el mismo bando, el de la lucha contra la delincuencia.

    El juez busca pruebas contra Villar en los partidos de La Roja en América y Corea

Gorka Villar, hijo del presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, a su llegada al despacho de Sport Advisers en la calle Alcalá, 167 de Madrid (EFE/Luca Piergiovanni)
Gorka Villar, hijo del presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, a su llegada al despacho de Sport Advisers en la calle Alcalá, 167 de Madrid (EFE/Luca Piergiovanni)
F.P. / M.A.

Después de más de tres décadas con el poder cuasi absoluto en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), parece que sobre la persona de Ángel María Villar se han colocado los elementos de una tormenta perfecta de relaciones profesionales y personales, que amenazan ahora sacarle de sus dominios.

Una de las cuestiones más sorprendentes que surgen en este caso es que quien ha iniciado el proceso con una denuncia en noviembre de 2016, el entonces secretario de Estado para el Deporte y presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal, había sido un estrecho colaborador como abogado del propio Gorka Villar, ahora detenido junto a su padre. Incluso había trabajado durante varios años como miembro del Comité de Competición de la Federación.Tanto desde el entorno de los Villar, como desde la parte de Cardenal, comentan con sorpresa como se ha deteriorado una relación que siempre había sido buena y fructífera para ambas partes.

En los inicios de su carrera como jurista, Gorka Villar le abrió las puertas del despacho madrileño en el que trabajaba a Miguel Cardenal, especializado en derecho deportivo, sin saber entonces que la relación profesional que se abría entre ambos iba a acabar muy maltrecha años después.

Más tarde y como jurista experto en derecho deportivo, Cardenal formó parte durante varios años del grupo de tres expertos que se encargaban dentro de la RFEF de poner las sanciones a los jugadores que vulneraban las normas (Comité de Competición). Todo ello bajo la batuta del presidente Villar y con la cercanía de su hijo, con el que había compartido despacho de abogados.

La relación entre Gorka y Miguel se hace patente también en los cursos de formación que ofrece la Federación de Fútbol, muchos de los cuales se han impartido en colaboración con la Universidad Rey Juan Carlos, donde Miguel Cardenal es catedrático de Derecho del Trabajo y director de la Cátedra de Estudios e Investigación en Derecho Deportivo de la Universidad Rey Juan Carlos. Ambos han sido profesores de varios de esos cursos.Defender a Contador

Como colofón de todo este ir y venir de encuentros profesionales entre el catedrático y el abogado, expertos en derecho deportivo, fue con Miguel Cardenal recién ascendido a Secretario de Estado del Deporte, en 2012, cuando a Gorka Villar le toca defender ante el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo), en Suiza, la honorabilidad deportiva de Alberto Contador, y por ende la de todo el deporte español, cuando fue acusado de haber tomado sustancias dopantes unos años antes (el caso del filete contaminado de clembuterol que tuvo la mala suerte de cruzarse en su camino).

Precisamente es justo después de esa fecha, cuando Cardenal es ya el máximo responsable del deporte español por debajo del ministro del ramo, cuando empieza a gestarse la tormenta sobre la cabeza de los Villar, controladores en ese momento (2012) de todo el negocio que arrastraba por el mundo la admirada Selección Española de Fútbol.

Miguel Cardenal dejó bien claras sus intenciones de limpiar en todo lo posible cualquier sospecha de cuentas o dineros mal gestionados en todas las federaciones deportivas españolas, cayese quien cayese.

En esa cruzada, con quien primero se toparía sería con el eterno presidente de la RFEF, enfrentado ya en ese momento a la Liga de Fútbol Profesional y al Consejo Superior de Deportes, y con quien nadie había podido hasta la fecha.

Es Miguel Cardenal quien pone la denuncia que da lugar a la investigación que ahora azota la gestión de Ángel Villar y los posibles tejemanejes que haya realizado de acuerdo con su hijo en varios frentes: derechos del fútbol, comisiones de partidos de La Roja, gestión de ayudas públicas y un largo etcétera de detalles, que el juez Santiago Pedraz quiere aclara este jueves con la declaraciones que va a prácticas a los cuatro detenidos en el caso.Los Luzón y los Cardenal

La operación Soule, además, ha vuelto a reunir apellidos que, en el pasado, tuvieron alguna relación, como el de Cardenal y Luzón, aunque con una generación de diferencia. El denunciante del caso, el exsecretario de Estado para el Deporte y presidente del CSD Miguel Cardenal, es hijo de Jesús Cardenal, el que fuera fiscal general del Estado durante el mandato de José María Aznar (PP).

La mano derecha del entonces máximo responsable de la fiscalía fue José María Luzón. El fiscal general Cardenal lo promocionó a teniente fiscal del Tribunal Supremo, el número dos del Ministerio Público, como persona de su máxima confianza, en 2000.

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Luzón permaneció en el cargo durante todo el mandato de Cardenal padre y, en 2005, fue renovado en su puesto, ya con Zapatero en el Gobierno, por el sucesor de Cardenal, Cándido Conde-Pumpido. José María Luzón es un jurista de cuyo prestigio se tienen pocas dudas en la carrera.

Ese prestigio en la carrera fiscal lo ha heredado su hijo, Alejandro Luzón, que el pasado 12 de julio tomó posesión como fiscal jefe Anticorrupción con amplio respaldo de sus compañeros. Luzón hijo se convirtió así en el superior inmediato de Inmaculada Violán y Esther González, las dos fiscales que investigan a Ángel María Villar y a su hijo Gorka desde 2016. 

Cardenal hijo y Luzón hijo, descendientes directos del ex número uno y el ex número dos de la fiscalía, aparecen en Soule en el mismo bando, el de la lucha contra la delincuencia. En este caso la delincuencia en el seno de la Real Federación Española de Fútbol.

El primero fue quien denunció los hechos. Al segundo corresponde supervisar a las personas que los han investigado. Y este es un hecho, casual, que no ha pasado desapercibido en la Real Federación Española de Fútbol. 

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