Los escoltas del País Vasco entregan sus armas antes que ETA: "Vine aquí para que no hubiera más Miguel Ángel Blanco"

  • El centenar de escoltas que quedaban en el País Vasco han tenido que entregar sus armas este viernes. Se hacían llamar "Los últimos de Filipinas".

    Llegaron a ser casi 3.000 y la propia ETA reconoció que su presencia evitó atentados mortales.

Los escoltas del País Vasco entregan sus armas antes que ETA: "Vine aquí para que no hubiera más Miguel Ángel Blanco"
Los escoltas del País Vasco entregan sus armas antes que ETA: "Vine aquí para que no hubiera más Miguel Ángel Blanco"

Un centenar de escoltas han tenido que entregar este viernes sus armas. Lo hacen antes de que lo haga ETA, la banda terrorista contra la que han luchado los últimos 18 años. Se sienten incomprendidos después de haber sido un engranaje más en la lucha antiterrorista. Ellos han protegido a miles de personas, han madrugado, han pasado noches en vela y también han sido amenazados. Incluso mataron a uno, Jorge Díez, el escolta de Fernando Buesa. Su trabajo cierra ahora por cese de actividad.

Federico es uno de los escoltas que este viernes ha entregado su arma. Lo hizo en torno a las 13 horas en la sede de su empresa. Esa pistola irá ahora a la Guardia Civil. Es uno de los profesionales más veteranos. Llegó al País Vasco hace 16 años. Uno de sus primeros servicios fue en Ermua. Habla emocionado de aquellos años de un castellano en el País Vasco:

"Vine aquí con 30 años. He tenido miedo, he trabajado durante muchas noches, lloviendo haciendo calor y con cualquier persona. No me importaba lo que pensara. Yo vine aquí para que no hubiera más Miguel Ángel Blanco y la respuesta ha sido la indiferencia y el olvido", cuenta Federico a Lainformacion.com minutos después de desarmarse.

Ha protegido a jueces, a políticos, a periodistas e incluso a un testigo protegido a quien una banda de narcotraficantes quería matar. En lugares duros como la propia Ermua o Mondragón. Personas muy amenazadas cuyos nombres aparecieron en papeles incautados a ETA. El propio Federico ha aparecido en documentos en poder de comandos etarras.

Reconoce que el ambiente general entre los escoltas es de "abatimiento": "Nos llamaron para proteger a personas porque las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad no llegaban. Hemos sido unos apósitos, una especie de parche, y ahora no nos tienen en cuenta", lamenta. "Tantas medallas para policías y guardias civiles me parecen muy bien, pero no estaría de más un pequeño reconocimiento hacia nosotros", pide."Los últimos de Filipinas"

Hasta este viernes eran 100. Se hacían llamar "los últimos de Filipinas". Llegaron a ser 2.850 en los años más duros de ETA. Ahora, tras llegar a un acuerdo, muchos se dedicarán a otras labores de vigilancia fuera del País Vasco. Otros continuarán en Vitoria, donde se dedicarán a continuar trabajando en la empresa en la que prestan servicio. Se podría hablar, por tanto, de un "cierre por cese de actividad de ETA".Llegaron a ser 2.850 en los años más duros de ETA

Se quejan de que España no haya seguido el ejemplo de otros países con sus escoltas. En Francia, la Gendarmería ofreció a los profesionales que lucharon contra los corsos a hacer un curso e ingresar en el cuerpo. Les aprovecharon. En Italia, los escoltas que lucharon contra las Brigadas Rojas hicieron algo similar. "España es una mala pagadora con sus hijos", lamenta Federico.

¿Qué piensas entregar las armas antes que los malos?

"Veo que estamos ante una decisión que se toma por imagen. El Gobierno quiere dejar claro que se apuesta por la paz cuando ETA va a tener un gesto. Se podría decir que el Estado se ha adelantado a los terroristas, por lo que tendría que saber hace tiempo que ETA iba a dejar las armas".

¿Cuántas vidas habéis salvado?

"No se puede cuantificar cuántas vidas habremos salvado. La simple presencia ha disuadido a los etarras. Los comandos de ETA han reconocido que ciertas ekintzas se han abortado por la presencia de elementos con protección".

¿Cree que va ETA va en serio?

"Necesitaremos varias generaciones para la reconciliación total. Creo que el proceso de paz tendrá sus picos y que habrá gente que intentará salirse del tiesto. Y otros entrarán en el carril común. Eso sí, en la mente de un terrorista nunca puedes tener la certeza de que han elegido el camino del bien. Se tiene que verificar que entregan todo y que no van a comprar otras armas. Que lo dejan, en definitiva, y no olvidar que son terroristas". Se tiene que verificar que entregan todo y que no van a comprar otras armas. Que lo dejan, en definitiva, y no olvidar que son terroristas

¿Es importante el relato que se haga sobre lo sucedido en el País Vasco?

"El relato sí es importante. Los detalles se convierten en muy claves. Será lo más importante para el futuro".

¿Se va satisfecho del trabajo realizado?

"Yo siempre he dicho que me iría del País Vasco cuando ETA estuviera derrotada. Ahora me voy con la esperanza de que han sido derrotados y que he participado en esa derrota. Los escoltas hemos sido ese parapeto que hacía más difícil que la banda terrorista matase. Ese trabajo ha sido tan importante o parecido al que detiene comandos. Tu estás a la espera y otros han ido a la caza".

¿Algún mensaje para los políticos?

"Sí, me gustaría decir que a todos los que celebran ahora que hemos ganado no les he visto hasta ahora dar la cara". 

Federico se marcha ahora a Castilla a trabajar. Se va del País Vasco, donde ha formado una familia y ha vivido los últimos años. Algún día le podrá contar a su hijo que él luchó para que esa tierra viviera en paz. Él fue uno de los auténticos "artesanos de la paz".

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