La proclamación del Príncipe Felipe como Rey de España es el acto institucional más importante de los últimos 35 años y como tal merece que el Ministerio del Interior ponga en marcha un dispositivo de seguridad excepcional. De ahí que el departamento dirigido por Jorge Fernández Díaz haya decidido activar el Nivel 3 de alerta antiterrorista, el segundo más alto, con un grado de intensidad alta.
Es decir que, según el Plan de Protección y Prevención Antiterrorista aprobado en 2005, el día de la proclamación del nuevo monarca el Gobierno estima que existe un "riesgo altamente probable" de que se produzca un atentado terrorista. La decisión la ha tomado la Secretaría de Estado de Seguridad, como corresponde en estos casos, y ha sido el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, quien ha establecido el grado de intensidad alta, que conlleva la aplicación de todas las medidas previstas, y no solo parte de ellas.
La medida es excepcional y se circunscribe únicamente a los días claves de la proclamación del nuevo rey la próxima semana, en los que se mantendrá el citado Nivel 3 con intensidad alta. Habitualmente, España se sitúa en un Nivel 2 con intensidad baja, que establece un dispositivo parcial ante un "riesgo probable de atentado terrorista".
El Nivel 1, por su parte, hablaría de un "riesgo potencial", mientras el 4 se activaría ante lo que el citado plan denomina "riesgo de atentado terrorista inminente".
El establecimiento del Nivel 3, explican desde el Ministerio del Interior, "supone la activación de las Unidades especiales de Intervención y reserva de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y su participación en la vigilanciade los lugares de afluencia masiva de personas y en la protección deinfraestructuras críticas, cometidos que hasta el nivel 2 desarrollanexclusivamente las unidades de seguridad ciudadana".
"Del mismomodo –continúan desde el departamento de Fernández Díaz en una nota remitida a los medios–, en este nivel se contempla la posibilidad de restringir el acceso ainfraestructuras críticas que se vean amenazadas".
No en vano, hoy mismo el director de la Policía, Ignacio Cosidó, ha alertado de que "el terrorismo anarquista se ha implantado en España" y de que pueden volver a producirse ataques como el que sufrió la Basílica del Pilar. Existe el "riesgo de que vuelvan a repetirse", ha recalcado durante una conferencia pronunciada en un desayuno informativo.
En la práctica, cerca de 2.000 antidisturbios velarán por el mantenimiento del orden público durante la próxima semana en la capital de España, además de otros casi 3.000 efectivos de otras unidades (UPR, Subsuelo, Tedax, Información, francotiradores, escoltas) que integrarán el dispositivo de seguridad.
Interior ha creado un Centro de Mando que estará ubicado en la Secretaría de Estado de Seguridad y que contará con un órgano denominado Mesa de Inteligencia, que se encargará de analizar toda la información disponible y sacar conclusiones con el fin de que los poderes públicos puedan tomar decisiones con criterio.
El Centro de Mando será presidido por el secretario de Estado, Francisco Martínez, y estará integrado por los responsables operativos de la Policía y de la Guardia Civil. Al ser Madrid la ciudad en la que se llevan a cabo todos los actos, la competencia principal del operativo de seguridad la dirigirá la Policía, aunque siempre bajo la supervisión del citado Centro de Mando.
De hecho, la Dirección General de la Policía ha puesto en marcha una Oficina de Planificación para programar y controlar durante el desarrollo de los distintos eventos que todo funciona según lo previsto.
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