Hablar de otros libera la "hormona del amor" y ayuda a acercar a tus amigos

  • Investigadores italianos han concluido en un estudio que el cotilleo es beneficioso para las personas, ya que aumenta considerablemente los niveles de oxitocina.

    Después de compartir chismes con otros (y sobre otros) nuestro cerebro reacciona de una forma que permite acercarnos a nuestro confidentes, dice el trabajo.

Hablar de otros es beneficioso, según un estudio.
Hablar de otros es beneficioso, según un estudio.
L.I.
L.I.

Si buscabas una excusa para compartir un chisme, un grupo de psicólogos puede proporcionártela. Un nuevo estudio ha determinado que esta práctica es positiva para las personas, independientemente del tipo de personalidad que tengan.

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Esto se debe a que, al hablar de otros, aumentan los niveles de oxitocina, la llamada 'hormona del amor'. Cuando compartimos chismes con gente de confianza de nuestro entorno, la oxitocina sube, en comparación con mantener una conversación normal, según la investigación.

El trabajo ha sido realizado por investigadores de la Universidad de Pavía, en Italia, quienes estudiaron los efectos de los chismes en 22 mujeres.

La autora principal del estudio, la doctora Natascia Brondino, pretendía estudiar los efectos del cotilleo en el cerebro porque notó que se sentía más cerca de sus compañeras después de compartir confidencias sobre otros.

"Comencé a preguntarme si había una causa bioquímica para este sentimiento de cercanía", ha manifestado al presentar su investigación. El grupo de científicos encontró que los cerebros de las mujeres liberaban más oxitocina después de cotillear, en comparación con tener una conversación normal sobre, por ejemplo, el tiempo.

La oxitocina se libera durante el acto sexual, lo que lleva a que sea apodada coloquialmente como 'hormona del amor'.

En términos evolutivos, los autores del estudio han manifestado que el chisme o cotilleo tiene sus usos, incluyendo "establecer reglas de grupo, castigar a los intrusos, ejercer influencia social a través de sistemas reputacionales y desarrollar y fortalecer los lazos sociales".

Los autores también encontraron que el efecto no cambia dependiendo de la personalidad de la persona. En la investigación ha quedado claro que las características psicológicas de las personas no influyen en mayor o menor medida por si resultan empáticos, presentan rasgos autistas, o de estrés percibido. "El aumento de la oxitocina es una constante a la hora compartir chismes con otras personas", han escrito los autores.

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