Boko Haram usa el vudú para que las niñas no escapen

"Yo he secuestrado a vuestras niñas. Hay un mercado para vender seres humanos. Alá me dice que las venda. Venderé a las mujeres" el discurso del portavoz del Boko Haram no deja lugar a dudas: extorsionan, matan, siembran el terror y se dedican a la trata de personas. Ya ha pasado un mes y medio sin más rastro que un video difundido por la red de las más de 200 niñas secuestradas por los islamistas. Un mes y medio de angustia y dolor que acompañan a las familias que viven desesperadas y angustiadas ante la posibilidad de que sus niñas no vuelvan a casa porque sean vendidas en el mercado ilegal de la trata de personas. Aunque tarde, la comunidad internacional ha reaccionado y varios países colaboran en un dispositivo internacional que busca a las niñas. España es uno de ellos.

Cinco policías españoles han partido rumbo a Nigeria. Son expertos en redes de trata y tráfico de personas que operan en África. Su objetivo: ayudar a localizar a las más de 200 niñas secuestradas por el grupo islamista Boko Haram y evitar su venta.

"Queremos evitar que caigan en las redes nigerianas, una de las más peligrosas y organizadas", explica a este medio, José Nieto, jefe del centro de inteligencia de la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF). "Su principal características es que utilizan el vudú y otras prácticas religiosas como forma de coacción y control sobre las mujeres", asegura Nieto.

La organización Women's Link conoce bien el funcionamiento de estas redes y en su informe La trata de mujeres y niñas nigerianas: esclavitud entre fronteras y prejuicios, explica que a través del vudú ejercen un mecanismo de control que garantiza la fidelidad de la víctima y permite a la red controlarla sin tener que agredirlas físicamente. Con ello, la red de trata pasa así a jugar el rol de protección que suele jugar la comunidad y pasa a ser la estructura social para las mujeres y adolescentes víctimas de trata.

El vudú se ha normalizado como elemento de control en la trata y las familias están cada vez más presentes, a través de uno de sus miembros en estos rituales, de forma que las mujeres y niñas sienten que ponen en peligro a sus familiares próximos si traicionan a los tratantes. "Utilizando este método ancestral se aseguran de no huyen ni tratan de escapar." En definitiva, convierten a las niñas marionetas que tienen una sensación continua de inseguridad.Las niñas podrían estar en Sambisa

El tiempo corre en contra. Cada día que pasa es un día más en el infierno para las adolescentes. Se cree que la banda terrorista Boko Haram tiene, o tenía, retenidas a las menores en el bosque de Sambisa, al norte del país. Pero desde el secuestro hace un mes y medio, la organización se ha desplazado en pequeños grupos y podría haber cruzado la frontera con Niger, Camerún y Chad. Se teme que se podrían haber desplazado hacia las montañas de Camerún.

La complicada orografía del terreno, el bosque de Sambisa ocupa unos 60.000 kilómetros cuadrados (el doble que Cataluña) y la facilidad para salir del país, las fronteras con Camerún, Chad o Niger cuentan con poca seguridad, hacen de esta tarea una muy complicada. A esto se añade además el desconocimiento sobre Boko Haram, que se mueve en grupos pequeños y sin coordinación central, por lo que no se sabe dónde puede estar en cada momento.

El grupo terrorista se ha convertida en dueña de la reserva natural, y el gobierno nigeriano tardó tres años en descubrir que esa zona se había convertido en su base de operaciones, según informaba The Guardian.

Dentro de los factores está el hecho de que el ejército nigeriano no cuenta con un buen historial: la última vez que intentaron rescatar a personas secuestradas por Boko Haram, estas fueron ejecutadas. Además, es poco fiable: poco después del secuestro anunció que había liberado a todas las niñas, algo que resultó ser falso.