El enfermero alemán Niels Högel mato a más de 30 ancianos "por aburrimiento"

Cada vez que estaba de servicio el enfermero Niels Högel (39 años) en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales de Oldenburg (1999-2002) y Delmenhorst (2003-2005) se producían emergencias y muertes sospechosas.

Hace un año, el 26 de febrero de 2015, Niels Högel fue condenado a cadena perpetua al ser considerado culpable de dos cargos de asesinato, dos cargos de intento de homicidio y lesiones corporales graves cometidos contra ancianos indefensos, a los que suministraba dosis letales de medicamentos para el corazón, o inyecciones de potasio.

Pero hoy día se sospecha que sus víctimas pudieron superar el número de 30, número que el mismo ha reconocido a las autoridades. Se da por hecho que nunca se sabrá la cifra exacta, ya que se investigan 200 casos sospechosos, pero nada puede hacerse en los expedientes en que el fallecido fue incinerado.

El caso es que el asesino habría confesado a los investigadores que había comenzado a matar ancianos "por aburrimiento" en un centro médico de Oldenburg antes de que su comportamiento en otro centro de la localidad de Delmenhorst hiciera saltar las alarmas y descubrir sus crímenes.

De 99 exhumados que habían sido pacientes del hospital Delmenhorst se detectaron en 30 casos residuos de un medicamento para el corazón que usaba en altas dosis para sus crímenes, lo que lleva a los investigadores policiales a creer que cometió muchos más crímenes de lo que se pensaba.

Niels se trasladó en diciembre de 2002, de Oldenburg a Delmenhorst, y ahora las autoridades están investigando a un total de hasta ocho ex administradores de ambas clínicas por si tuvieran responsabilidad en los asesinatos por omisión de su deber de vigilancia.