Hugo Chávez no devolverá la ley de poderes especiales

  • El presidente venezolano da marcha atrás: finalmente cumplirá los 18 meses de poder absoluto concedido por el anterior parlamento, rompiendo con ello el diálogo prometido hace unos días a la oposición. "Ellos andan defendiendo a la burguesía, mientras nosotros amparamos al pueblo", afirmó.
Chávez afirma que podría solicitar la derogación de la Ley Habilitante
Chávez afirma que podría solicitar la derogación de la Ley Habilitante
Rafael del Naranco (Caracas)
Rafael del Naranco (Caracas)

Poco ha durado la mano tendida del presidente Hugo Chávez a la oposición. La beligerancia ha vuelto y acaso con más virulencia, ante la intención de instalar en el país un régimen de propiedad comunitaria, algo que había negado en su discurso de Memoria y Cuenta el pasado 15 de enero ante la nueva Asamblea Nacional en la que los partidos opositores cuentan con 67 diputados, impidiendo al chavismo tener mayoría absoluta en la Cámara.

El primer desencuentro sucedió este jueves noche cuando el mandatario anunció que no va a devolver la Ley Habilitante, tal como lo había propuesto en su mensaje anual, porque "no le voy a dar el gusto a la oposición, pues ellos andan defendiendo a la burguesía, mientras nosotros amparamos al pueblo", según sus propias palabras.

El jefe del Estado reaccionó en contra de la solicitud de los legisladores de restituir la Ley Habilitante en lo inmediato y no en unos meses, como había planteado durante la presentación de su informe de gestión en 2010: "Esta tarde vi a algunos representantes de la bancada oligarca exigiendo que devolviera la Habilitante; pues que se vayan a lavar ese paltó (chaqueta), no voy a restituirla".

Igualmente adelantó que este viernes saldrá en Gaceta Oficial el primer decreto derivado de los poderes especiales que el Parlamento le otorgó en diciembre. Además, informó que en unos pocos días tendrá listo el decreto de Emergencia de Viviendas y Terrenos Urbanos.

En el mismo acto, celebrado en el barrio caraqueño de Antemano, instó al pueblo a buscar terrenos para que el Gobierno los expropie con la finalidad de construir viviendas ante el déficit de unidades en el país, calculado en más de dos millones. "Hay cientos de galpones abandonados en la zona metropolitana. Vamos por ellos, yo los expropiaré, y los pondré a la orden de los más humildes", dijo en la emisora gubernamental de radio y televisión.

Chávez, con 12 años gobernando y disponiendo de inmensos recursos económicos, ha sido el presidente que menos planes habitacionales ha levantado, al haber construido únicamente 296.047 viviendas durante ese largo periodo.

Caracas, ciudad violenta

Un estudio de la organización civil mexicana para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, confirmó que la tasa de homicidios en Caracas fue de 118,6 por cada 100.000 habitantes en 2010. Durante el año pasado, los asesinatos en la urbe ascendieron a más de 17.000.

El informe indica que la capital de Venezuela es la cuarta urbe más peligrosa del mundo después de Ciudad Juárez, en México, Kandahar, en Afganistán, y San Pedro Sula, en Honduras, aunque se ubica la primera en el ranking con mayor índice de asesinatos cuando se nombran capitales, ya que las demás son distritos.

La situación, además, tiene visos de continuar igual: durante los primeros 15 días del presente mes de enero ya se han producido 72 asesinatos en la ciudad.El director del Observatorio Venezolano de Violencia, Roberto Briceño León, considera que los alto niveles de inseguridad son producto de la ausencia de políticas de seguridad del Estado y de la impunidad reinante.

En este aspecto, Briceño León hizo un razonamiento de las causas de tanta violencia: "Las ciudades que anteceden a Caracas como las más peligrosas tienen conflictosde otra índole. Por ejemplo, en Ciudad Juárez operan mafias del narcotráfico que causan una situación violenta. Kandahar es una población que alberga a los talibanes y allí ocurren constantes atentados terroristas en los que mueren personas, pero en la capital de Venezuela sólo puede deberse a la falta de respuesta de los organismos del Estado ante el delito".

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