La guerra civil en el PSOE ha dejado al PP y sus problemas fuera de foco. Incluso ha logrado que no se hable durante unos días de que no hay gobierno. Los focos están puestos en Pedro, su búnker, sus adversarios, y lo que será del PSOE, porque de lo que haga este partido dependerá el futuro gobierno del país. Si Sánchez resiste, todo es posible, incluso un pacto con Podemos y nacionalistas e independentistas. Si no resiste, es probable que el PSOE facilite de forma rápida un gobierno del PP que no deje en mal lugar al nuevo líder. Hay muchas fórmulas, no acudir a votar, abstenterse los diputados necesarios y el resto votar en contra...
Mientras tanto la orden en Génova para no enturbiar más en las cosas ha sido enviada en un argumentario en el que se señala que hay que evitar hablar de la crisis del PSOE y se pide a los suyos que eviten las entrevistas y si las hacen que pasen de puntillas sobre el tema.
Las bromas de las palomitas mientras Madina reconocía que se estaban desangrando y la posterior broma desde la cuenta de twitter del PP nacional donde se retuiteó un viejo tuit de Sánchez en el que aparecía un tablero de la oca en el que decía "Vaya paliza me están dando" no ha gustado.
De todas formas algunos en el PP van por libre. Cifuentes ha pedido al PSOE que se recomponga, porque España necesita un PSOE claro, que tenga una sola voz y que funcione. Y por su parte Margallo, ha instado al Partido Socialista a “salir del laberinto”, a formar parte de un Gobierno de coalición nacional y “si no fuera posible” que permitiese gobernar al PP mediate “una abstención negociada”, debido a la situación de “enorme gravedad” que vive el país.
Por ello, ha abogado porque el PSOE “salga del laberinto” en el que se encuentra, ya que ha destacado que “la supervivencia” del Partido Socialista es algo que “interesa a todos los españoles”.
Margallo ha insistido en que un PSOE “fuerte y unido” es “importante” en este contexto y ha explicado que la abstención no supondría un Gobierno “a cambio de nada” sino que serviría para asumir los puntos programáticos que el partido de Pedro Sánchez considere esenciales. De esa manera, a su juicio, no serían “parte del problema”, sino de la solución. Asimismo, les ha aconsejado que pongan “los intereses de España por delante de sus intereses personales”.
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