El caso Soria, ¡menudo papelón!, las incógnitas de un patinazo que nadie entiende

Puigdemont cree que Soria "ya tardaba" en renunciar al Banco Mundial aunque nunca debió optar
Puigdemont cree que Soria "ya tardaba" en renunciar al Banco Mundial aunque nunca debió optar
EUROPA PRESS
J.LG.G.

¡Menudo papelón... otra vez con Soria de protagonista! Si no fue suficiente verle mentir en sucesivas ruedas de prensa tras su aparición en los papeles de Panamá, quedaba la traca final. La polémica, provocada minutos después de la no investidura de Rajoy, con nocturnidad y alevosía, en el último día, al saberse que Soria era el candidato para representar a España en uno de sillones del Banco Mundial. Ahora, Soria ha tenido que renunciar.Soria dice que renuncia presionado por el Gobierno

La pregunta es clara. ¿Quién ha ganado con este vodevil? Veamos, Soria salió en los papeles y dimitió como ministro. Y ahora, renuncia a ser director ejecutivo del Banco Mundial que España rota con Venezuela y México. Lo hace dice presionado por el Gobierno. Es decir, Soria ha dimitido en el país en el que casi nadie dimite... dos veces. Su imagen pública ha quedado definitivamente rota. Y sin cometer ningún delito. De traca.

Y más chocante, como aseguran fuentes del PP, estamos ante uno de los políticos mejor preparados y con menos necesidades económicas en el panorama español, donde lo más frecuente es lo contrario. El mismo Soria se metió en la boca del lobo con los Papeles de Panamá al señalar que todos los implicados deberían dar explicaciones y no saber darlas y mentir cuando fue él quien tuvo que darlas. Soria ya había sido seleccionado, pero al final ha tenido que retirar la candidatura...Guindos pierde jirones de credibilidad para nada cuando era un nombre para todo

Guindos por su parte, una de las mejores cabezas del Consejo de Ministros, y ni siquiera miembro del PP, ha quemado sus naves en defensa de Soria. "No se le puede decir que no", dijo en una primera reacción al saltar el escándalo, (algo que ahora la realidad ha desmentido, se le puede forzar a renunciar y así se ha hecho). "No es un nombramiento político, si lo hubiera sido, yo no lo habría llevado al Consejo de Ministros y Soria no lo habría solicitado", defendió Guindos. "Se trata de un puesto estrictamente administrativo, esto no es un escándalo", afirmaba el ministro.

Ni siquiera los miembros del PP defendieron así a Soria, la indignación era generalizada en un partido que no salía de su asombro. ¿Y la regeneración? Con qué cara la vendemos ahora, comentaban a todo periodista que se acercaba en los primeros momentos. Luego vino la unidad forzada, que muchos como Feijóo, en plena campaña, se saltaron. 

Guindos sabía y mucho del caso Soria. Primero retrasó el nombramiento para ponérselo en bandeja a su amigo. Lo dejó en suspenso hasta que el recuerdo de los papeles de Panamá se había disipado. Lo que nadie entiende es por qué. ¿Qué gana Guindos? Una campaña de un PSOE que pedirá su cabeza, una de las que con más fuerza han sonado siempre para asumir más altas responsabilidades. Con gran prestigio, idiomas, contactos en Bruselas y conocimientos en economía... independiente ¿Por qué asumió Guindos los riesgos? ¿Interesaba en el PP dejarlo en fuera de juego o a disposición de la metralla mediática?Y Rajo ¿Es posible que se haya metido este golazo en propia puerta por nada?

Y queda Rajoy. El hombre que mide los tiempos. El que toma escasas decisiones pero casi nunca se equivoca al dar un paso. El error Bárcenas se pudo entender porque un tesorero siempre es un tesorero. Pero este patinazo a su credibilidad a la hora de combatir la corrupción no se entiende. 

"Si un funcionario no puede volver a ser funcionario...¡Esto qué es!", respondió a los periodistas al saltar el escándalo. "No es una decisión ni del ministro (...) Yo ni sabía que existía este cargo en el Banco Mundial. Si no somos justos con la gente,  haremos un país complicado". Ahora se sabe que él sabía y mucho. Que no estábamos ante un concurso y que el Gobierno hizo todo lo posible para que Soria estuviera en el Banco Mundial. O no. O Rajoy sabía lo que iba a pasar y sigue viendo cadáveres pasar.

¿Quién le hará sombra ahora en el partido? Con Feijóo en campaña, Ana Pastor en el Congreso, Guindos en el ojo del huracán... Solo resiste su mano derecha, Soraya, a la que el partido no aplaude precisamente. Nadie sabe cómo ha podido meterse un gol en propia puerta Rajoy si lleva años jugando en esta Liga de la Política. Si es que ha sido un gol en propia puerta. Ya se sabe la frase preferida de Rajoy ante los malos momentos. Cara de cartón. Tal vez sepa que España es así y como dicen los sociólogos consultados por lainformacion.com, esto no le quitará ni un voto si hay terceras elecciones. 

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