En las cárceles de Assad se muere día a día, es un infierno solo se lucha por sobrevivir

    • En una entrevista con www.lainformacion.com Mazen Darwish, que pasó más de tres años en las cárceles del régimen de Bachar Al Asad, asegura que la vida en las prisiones sirias es una lucha contra la muerte día a día. 
    • “Cada día puedes morir, por tortura, una infección o... cualquier cosa", describe el periodista y fundador de Centro Sirio de Medios y Libertad de Expresión.
El infierno está en las cárceles de Assad
El infierno está en las cárceles de Assad

“La pregunta que deberías formularme es cómo es la muerte en la prisiones de siria”, me dice el periodista sirio Mazen Darwish. Coge aire y continúa, “es una muerte paulatina. La vida en la prisiones sirias es una lucha contra la muerte”.

Así de rotundo habla Mazen Darwish, que pasó más de tres años en las cárceles del régimen de Bachar Al Asad. Cara a cara con www.lainformacion.com asegura que la vida en cárceles del régimen es una lucha contra la muerte. “Cada día puedes morir, por tortura, una infección o... cualquier cosa”.

Mazen Darwish, periodista sirio y fundador del Centro Sirio de Medios y Libertad de Expresión (CSM), fue detenido el 16 de febrero de 2012, junto con 15 de sus colaboradores, en una redada. Permaneció detenido de forma arbitraria en instalaciones de la inteligencia de la Fuerza Aérea, en Damasco, en régimen de aislamiento, sin contacto con sus compañeros, su familia, ni su abogado.

Durante su detención e interrogatorio, sufrió tortura y malos tratos.“Te torturan sistemáticamente para quitarte lo único que te queda, la humanidad”, subraya.

Las revelaciones de Mazen no son nuevas ni una sorpresa para muchos. A finales del mes de diciembre, la ONG Human Rights Watch publicó un documento,Si la muerte pudiese hablar: muerte masiva y tortura en instalaciones de detención de Siria donde mostraba imágenes de 27 víctimas de la represión del gobierno sirio. La mayoría, muertos bajo salvajes torturas y encarcelamientos infrahumanos.El uso de electrodos, colgar de las paredes... 

Con expertos forenses y la colaboración de testigos, la ONG identificó varias de las prácticas de tortura que acabaron resultando letales en muchos casos: interrogatorios con palizas prolongadas, a veces con garrotes y cables, suspensión de los detenidos en posiciones estresantes, en ocasiones durante tiempos largos, y el uso de electrodos y otros sistemas de electrocución.

Cuando se entregaba parte de defunción, se atribuía la muerte a problemas cardiovasculares o respiratorios. Una falacia para encubrir la barbarie del régimen de Bashar al Assad. Prácticas salvajes comunes desde los 70

Estas prácticas del régimen sirio no son nuevas. La detención arbitraria y el tratamiento brutal a los prisioneros políticos empezó en la década de 1970, cuando un movimiento de oposición comenzó a ganar impulso.

En aquella época, todas las atrocidades hablaban del mismo lugar, la cárcel de Tadmur, situada en la ciudad de Palmira y que fue destruida por los yihadistas al tomar el control del penal. Nadie sabe exactamente cuántos murieron, pero un informe de la organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) de 2001 estima que entre 500 y 1.000 personas fueron asesinadas en tan sólo unos minutos en lo que se conoce como la masacre de los años 80.

En un informe de 2012 Human Rights Watch aseguró que existían 27 centros de tortura en Siria bajo el mando de las agencias de inteligencia y dirigidos por dos por altos mandos militares. Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), casi 13.000 sirios han muerto debido a las torturas en las cárceles del régimen de Bashar Al Assad desde que comenzó el conflicto en el país hace cinco años. "La reconciliación es necesaria"

No es el caso del periodista sirio Mazen Darwish a quien el destino le concede la oportunidad de contar y denunciar las atrocidades del régimen de Bashar a Assad. Acaba de llegar a Europa junto a su mujer, Yara Bader, y a pesar de sentirse agradecido, considera que la respuesta que ha dado el viejo continente a la crisis de refugiados es "vergonzosa". Darwish propone "un plan Marshall para Siria".

"Hace falta justicia porque sin justicia no puede haber reconciliación y sin reconciliación no puede haber paz, de lo contrario, vamos hacia soluciones como bombas de relojería, que podrían volver a estallar", advierte. Pero, pese a las dificultades, “sigo teniendo fe en volver a Siria con paz y prosperidad. La vida Europa es magnifica pero la tierra es la tierra.

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