Los nuevos 'socios' radicalizan aún más a Podemos: estas son sus recetas

  • La coalición del 26-J incorpora una amalgama de formaciones con programas más extremos que el de Iglesias. 

    Defienden la República y el derecho a decidir como prioritario. Jubilación a los 60 y salida del euro, otras medidas. 

Pablo Iglesias y Alberto Garzón anuncian que la coalición de Podemos e IU se llamará 'Unidos Podemos'
Pablo Iglesias y Alberto Garzón anuncian que la coalición de Podemos e IU se llamará 'Unidos Podemos'
EUROPA PRESS

Pese a que Podemos renegó de las “sopas de siglas” por considerarlas ineficaces, lo cierto es que la formación emergente ha aglutinado para el 26-J a una amalgama de fuerzas con las que aspira a convertirse en la principal alternativa de izquierdas.

En total, hasta 16 organizaciones concurrirán junto a Iglesias en las próximas generales: a las tres coaliciones que ya lo hicieron en diciembre- En Marea, EnComúPodem y Compromís-se unen otras como Izquierda Castellana, Democracia Participativa o Alternativa Socialista. Del total, siete de las nuevas formaciones eran ya socios de Izquierda Unida. 

Las nuevas incorporaciones a la confluencia comparten su rechazo al gobierno del PP y la urgencia de promover un cambio que priorice las políticas sociales, si bien algunas destacan por sus planteamientos más radicales.

Izquierda Castellana: Banca pública castellana y reconocimiento como nacionalidad histórica

Se definen como la “respuesta organizada social y políticamente de un sector de las clases populares de esta tierra a las agresiones, agravios y discriminaciones que recibimos como pueblo y como clases trabajadoras”.

En su programa defienden una Castilla Unida y soberana, en la que se reconozca su “nacionalidad histórica”, la retirada de todo símbolo franquista, la “eliminación de todos los títulos nobiliarios”, la creación de una banca pública castellana, el rechazo a la privatización industrial, la jubilación a los 60 años con el 100% del salario, el derecho al voto a partir de los 16 años y a la “insumisión plena”, la supresión de la Selectividad o un salario social para jóvenes que una vez acabados los estudios no encuentren trabajo.

En el programa se advierte además del “adoctrinamiento de los niños a través de los programas de televisión”, se rechaza “el intento de control de la red por parte del imperialismo”, se promueve el acercamiento de presos, excarcelación automática y sin exclusiones de todos los presos enfermos con enfermedades terminales y la despenalización del consumo de drogas.

Izquierda Asturiana:

“No es tiempo de súbditos, es el tiempo de los ciudadanos de la República asturiana”, reza uno de sus lemas.

Se definen como “partido republicano, socialista y verde”. Defienden un programa de ruptura con el marco de la UE-punto en el que critican a Syriza por su “hipocresía” al prometer primero “y acabar cediendo después a todas y cada una de las pretensiones de la Troika) y la apertura de un proceso constituyente para una república democrático federativa asturiana. Rechazan un acuerdo con el PSOE.

Batzarre-Asamblea de Izquierdas:

En su programa se defiende el derecho de autodeterminación pactado con el Estado, se insiste en el autogobierno fiscal.

Construyendo la Izquierda-Alternativa Socialista:

En su ideario defienden que es necesario “avanzar a la superación de la sociedad de clases por otra sin clases” y crear un “frente político de carácter antineoliberal y de izquierdas”. Proponen la “democratización de todos los aspectos del Estado y la economía”, de forma que “el fruto del trabajo sea de los trabajadores auto-organizados”.

Apuestan por el modelo de República, la apertura de un proceso constituyente, por un “proceso de democratización radical a todos los niveles de la política estatal”, por un debate sobre la permanencia en el euro “cuyos efectos han sido muy negativos”, la salida de la OTAN y la insumisión a la Troika.

Democracia Participativa:

Incluye a formaciones como el Partido Pirata, el Partido de Internet o el Wikipartido. Defienden la participación ciudadana directa en las tomas de decisiones de los órganos de gobierno, en la propuesta y aprobación de normas jurídicas, el libre acceso a las cuentas de la Administración.

Segoviemos:

La plataforma ciudadana de ámbito provincial-que reivindicó desde su creación la independencia de Podemos-propone un programa social en el que comparte muchas de las propuestas de Iglesias. Defienden una reducción del sueldo de políticos en un 20%, de forma que nunca superen tres veces el salario mínimo interprofesional, mediar ante entidades financieras que desahucien y una auditoría ciudadana de la deuda.

Unidad Popular En Común:

Escisión de Ahora en Común, plataforma cuyo objetivo era buscar una candidatura de unidad para las generales y que estuvo impulsada por el propio Alberto Garzón. La candidatura fue registrada el pasado octubre por varios promotores de Ahora en Común, en protesta por su politización.

Entre sus planteamientos más destacados se encuentra el de trabajo garantizado por el Estado. El plan, defendido por Garzón, proponía la creación de un millón de empleos públicos en un año.

Entre las formaciones que ya concurrieron con Podemos el pasado 20-D se encuentran algunas de corte nacionalista como Compromís o Anova, ecologista como Equo, así como las federaciones de IU en Cataluña y Galicia. Todas ellas conformaron en diciembre las confluencias territoriales de En Marea, EnComú Podem y Compromís-Podemos, a cuyo empuje electoral se debió buena parte del éxito de Podemos.'Derecho a decidir' entre las prioridades

Aunque comparten con los de Iglesias muchos de sus planteamientos, en especial aquellos referidos a la situación de emergencia social, difieren en algunas propuestas más radicales y rupturistas. El caso más evidente es Anova, formación gallega que lidera Xosé Manuel Beiras, y cuyo objetivo es la creación de una “república independiente gallega”.

En su programa evidencian una oposición frontal a las “instituciones opresoras” y las políticas “austericidas” del Estado y de las instituciones europeas. El propio Beiras instó a Podemos a “radicalizar” más el mensaje. “La salida de Galicia del Régimen se llama República (…) la ruptura democrática exige una rebelión cívica”, arengan.

Las otras dos incorporaciones son Mès, formación balear, y Por un Mundo Más Justo. Esta  ltima se centra sobre todo en la lucha contra la pobreza y la desigualdad, y entre sus propuestas más anecdóticas está la de “ir hacia ciudades lentas” que posibiliten la integración del peatón y bicicleta en el tráfico y someter a consulta popular, por vía telemática, “aquellos asuntos de carácter local que sean de especial relevancia para los intereses de los vecinos".

Por su parte, Mès defiende el derecho a decidir de las Islas Baleares y un cambio en la fiscalidad con más capacidad autonómica para recaudar impuestos.

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