Así es la ultraderecha en España: débil, fragmentada y heredera del neofranquismo

    • Las formaciones se han visto lastradas por divisiones internas, disputas por personalismos y viejas estructuras del pasado.

    • El discurso populista y contra la inmigración ha circulado en la política municipal catalana y en la Comunidad Valenciana.

Absuelven a Anglada de la distribución de panfletos xenófobos en Vic
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Raquel Rivera

Elascenso de la ultraderecha en Europatiene una excepción clara. EnEspaña, eldiscurso xenófobo y populistase mueve de forma fragmentada ydébil, y se ha visto lastrado pordivisiones internas, el legado neofranquistay viejas estructuras de poder.

La corriente se ha canalizado ahora en lapolítica municipal de Catalunya y la Comunidad Valenciana, y en algunos casos, se ha contagiado del discurso nacionalista. Por ejemplo, laPlataforma per Catalunya,el partido liderado hasta hace días por Josep Anglada, ha construido su ideario en la calle, entrando en el cordón metropolitano de Barcelona y en zonas desindustrializadas, recurriendo a cierto toque de identidad regional y con un mensaje xenófobo.

Plataforma Per Catalunya logró un ascenso notable en las elecciones locales de 2011, al pasar de 17 ediles en 2003 a 67 y un 2,3% de los votos. Pero en los comicios generales redujo los resultados y obtuvo el 1,7% de los sufragios.

José Luis Rodríguez Jiménez,profesor de Historia Contemporánea de la Universidad Rey Juan Carlos y analista de los movimientos racistas, populistas y xenófobos de Europa, explica que en España la extrema derecha se ha vistodesprestigiada por sus divisiones internas, susfracasos electoralesy por no modernizarse, como sí lo hizo la francesa con Le Pen.

"Las divisiones se han producido por afanes personalistas y debates sobre si se recuerda o no a Franco o el 20 de noviembre. Aunque, al final, grupos con representación municipal han sido herederos de Fuerza Nueva".

También, ha existido una derecha aglutinadora del electorado y ha captado a los sectores más conservadores y derechistas.

¿Han pesado 40 años de dictadura para la ultraderecha? Rodríguez cree queel legado franquista no ha impedido las simpatíashacia este discurso. "En los primeros años de la transición había un porcentaje de la población que reconocía y justificaba el régimen de Franco, pero después le dio el voto a UCD y después a AP porque entendía mejor el lenguaje de esos líderes". El fracaso electoral en los años 80 fue un freno para la ultraderecha.

Desde entonces, la extrema derecha se ha refugiado en formaciones residuales o se ha visto representada por el discurso más conservador de la derecha. "No se espera un ascenso de la ultraderecha en España. Pero las elecciones europeas pueden ser aquí unaoportunidad para populismos", sostiene el historiador. Recuerda que los liderazgos populistas han hecho sombra a la extrema derecha, desde Jesús Gil, a Mario Conde o Ruiz Mateos.

Según el historiador Xavier Casals, que ha escrito sobre la evolución de la ultraderecha en Europa, la situación en España parecesimilar a la de Alemania, donde también la extrema derecha está fragmentada, es periférica y no tiene presencia en el parlamento estatal.

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