El paro lastra la operación de reconquista de Hollande

  • La cifra del paro en Francia en noviembre, que registra un aumento del 0,8 por ciento respecto al mes anterior, supone un nuevo lastre en la operación de reconquista del presidente, François Hollande, que cierra el año con una ligera mejora en los sondeos.

París, 24 dic.- La cifra del paro en Francia en noviembre, que registra un aumento del 0,8 por ciento respecto al mes anterior, supone un nuevo lastre en la operación de reconquista del presidente, François Hollande, que cierra el año con una ligera mejora en los sondeos.

En noviembre, según el Ministerio de Trabajo, había en el país 3,48 millones de personas inscritas en las oficinas de empleo, y 5,17 millones si se suman aquellas que tenían una actividad reducida.

"2014 ha sido un año difícil para los franceses", reconoció Hollande al margen de una visita que concluye hoy al archipiélago de Saint-Pierre-et-Miquelon, donde conmemora su incorporación al país el 24 de diciembre de 1941.

El primer ministro, Manuel Valls, ya había anticipado esta semana que esa cifra "probablemente" no iba a ser buena, y confió en que "gracias a cierto número de indicadores internacionales", pero también al apoyo gubernamental a las empresas, haya una vuelta progresiva del crecimiento y con ella una "creación empleo".

El año 2015, según Hollande, "será diferente". Un año en el que se celebrarán elecciones departamentales y regionales, y en el que el jefe del Estado, con la vista puesta también en las presidenciales de 2017, dice estar en una dinámica "de conquista".

el paro sigue siendo su principal punto negro, porque continúa creciendo pese a que Hollande se había comprometido a detener su ascenso antes de que comenzara este año.

"Las cifras son abrumadoras. La única constatación es que como la política del Gobierno no funciona hay que cambiarla", afirmó hoy en la cadena "BFM TV" el número tres de la conservadora UMP, Laurent Wauquiez, que criticó que Hollande "ha prometido mucho y no cumple nada".

El presidente cuenta con mantener las medidas liberalizadoras lanzadas por su ministro de Economía, Emmanuel Macron, decidido a eliminar trabas al desarrollo de ciertos sectores a través de una controvertida ley que despierta suspicacias entre los sectores más progresistas del país.

La normativa será sometida a partir del 22 de enero a debate parlamentario, que se presenta complicado por la oposición del frente izquierdista del propio Partido Socialista (PS), que ve un paso atrás en los derechos sociales de los trabajadores.

"El PS no es el que me va a decir qué debo hacer. No soy el representante de un partido, aunque lo haya dirigido", subrayó Hollande, para quien su capacidad de resistencia "está demostrada".

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