Oposición de izquierda mantiene la ventaja a dos días de elecciones en Suecia

  • La izquierda afronta el tramo final de la campaña para las elecciones legislativas del domingo en Suecia con una cómoda ventaja frente a la Alianza de centroderecha, en el poder, aunque el ascenso de la ultraderecha y las escasas perspectivas de lograr mayoría absoluta complican la situación.

Copenhague, 12 sep.- La izquierda afronta el tramo final de la campaña para las elecciones legislativas del domingo en Suecia con una cómoda ventaja frente a la Alianza de centroderecha, en el poder, aunque el ascenso de la ultraderecha y las escasas perspectivas de lograr mayoría absoluta complican la situación.

Los últimos sondeos difundidos hoy por los diarios "Aftonbladet" y "Metro" sitúan al bloque opositor con un 6 % y un 4,7 % más de votos que la Alianza, respectivamente, por debajo de lo que las encuestas apuntaban hasta bien entrada la campaña, aunque se aleja la posibilidad de la remontada del centroderecha insinuada hace unos días.

El Partido Socialdemócrata parte como claro candidato al triunfo; a pesar de que las encuestas no le dan un resultado mucho mejor que el de 2006, el peor en más de un siglo, sí es suficiente a priori para que recupere el poder el tradicional dominador de la política sueca.

El primer ministro, el conservador Fredrik Reinfeldt, ha repetido varias veces que dejará gobernar al bloque más votado aunque no logre mayoría absoluta para minimizar la influencia de Demócratas de Suecia (SD), la formación de ultraderecha que entró en el Parlamento hace cuatro años y a la que el resto de partidos hacen el vacío.

Esa marginación -relativa, ya que sobre todo la Alianza se sirvió en más de una ocasión de los votos de SD en la pasada legislatura en la que gobernó en minoría- cuenta con el respaldo de dos tercios de la población, según un sondeo difundido hoy por Radio de Suecia.

"Tú eres el mayor problema para la integración en Suecia", le espetó anoche en el debate electoral en TV4 a Jimmie Åkesson, líder de SD, Jonas Sjöstedt, candidato del Partido de la Izquierda, acusándolo de racista por querer frenar la llegada de refugiados a Suecia, país con larga tradición de acoger a solicitantes de asilo político.

La inmigración, un tema normalmente ausente, ha ganado presencia en esta campaña desde que Reinfeldt llamó a los suecos a ser solidarios tras reconocer los costes que acarrearán los miles de refugiados sirios emigrados a este país escandinavo.

Más relevancia que esta cuestión han tenido en la campaña otros temas, como la gestión privada de los servicios públicos, la sanidad, la educación y el empleo.

La Alianza esgrime las buenas cifras macroeconómicas de Suecia en medio de la crisis, mientras que la oposición le reprocha las millonarias bajadas de impuestos y los recortes sociales, que han hecho aumentar la desigualdad en un país señalado en el pasado como paradigma del estado de bienestar.

"Es absolutamente obvio que bajar los impuestos no ha traído más trabajo. Es tu resultado y es una vergüenza", le dijo a Reinfeldt el líder socialdemócrata Stefan Löfven en TV4, recordándole que el paro ha subido dos puntos, hasta el 8 %, cifra alta para el contexto sueco.

Pero ataques verbales aparte, los socialdemócratas apenas defienden pequeñas modificaciones de la política que han criticado y han reiterado que no van a revertir las bajadas fiscales.

La Alianza, por su parte, ha tratado de incidir en uno de los puntos débiles de la oposición: las desavenencias internas de un bloque que a diferencia de 2006 no acude unido a las urnas.

En un intento por desmarcarse del socialista Partido de la Izquierda, Löfven se ha mostrado ambiguo sobre un posible pacto postelectoral, calificando de aliado "natural" a los ecologistas y haciendo guiños a los partidos de centro de la Alianza, obviando que necesitará los votos de aquél para gobernar.

El panorama podría verse alterado en caso de que Iniciativa Feminista, una formación de izquierdas que logró un escaño en las elecciones europeas de mayo, supere la barrera mínima del 4 %, aunque los sondeos apuntan a lo contrario.

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