El primer pacto de Rajoy y la caída en desgracia de Villalobos

  • Todos los partidos respetan políticamente y valoran el perfil dialogante de Ana Pastor. Sin embargo, su elección ha dejado ya una víctima. La cara de Celia Villalobos lo decía todo.

    Los políticos españoles tendrán que acostumbrarse y esforzarse mucho en cambiar su estilo y en aplicar unas nuevas actitudes políticas: respetar

Villalobos niega sentirse desplazada por dejar la Mesa del Congreso: "Yo practico la generosidad y el compañerismo"
Villalobos niega sentirse desplazada por dejar la Mesa del Congreso: "Yo practico la generosidad y el compañerismo"
EUROPA PRESS
José Luis Roig / @joseluisroig

Hablar y pactar no es como coser y cantar. Los políticos españoles tendrán que acostumbrarse y esforzarse mucho en cambiar su estilo y en aplicar unas nuevas actitudes políticas que últimamente no se practican mucho en este país: la de respetar y tener en cuenta las ideas de los demás y la de ceder para obtener acuerdos, si quieren que la XII Legislatura que acaba de arrancar tenga algo de futuro.

El primer acuerdo político PP-C´s lleva a Ana Pastor a la presidencia del Congreso. La ya ex ministra de Fomento es de las personas más fieles a Mariano Rajoy. Marianista hasta la médula, lo ha sido desde las épocas en que Rajoy era ministro y ella su escudera, a partir de ahora “seré la presidenta de todos en el Congreso”, dijo orgullosa, pero sobre todo será la voz de su amo en un hemiciclo que no se presenta nada  fácil de gobernar. Por ello Rajoy –que no es tonto- ha querido poner en la presidencia a una persona de su total confianza y obediencia para transitar una legislatura tan compleja como la que hoy empieza.

Ciudadanos ha dado su apoyo a cambio de dos puestos en la Mesa. Lo ha hecho, dice, para que este país empiece a funcionar. Pero ello no significa que cambie de opinión sobre los apoyos de investidura: “seguiremos votando No en primera vuelta, y luego nos abstendremos”, dijo Rivera. Es una manera tranquila de decir que C´s venderá cara su piel, pero al final tendrá que ceder y apoyará con sus 32 escaños a Rajoy, dándole una fuerza parlamentaria de 169, que con algunos votos más de nacionalistas le permitiría a Rajoy gobernar, o al menos arrancar.

Ese sería el ideal. Pero cabe la posibilidad de que Albert Rivera se enroque y prefiera mantenerse lejos de la sombra pesada y algo manchada de Rajoy, lo que llevaría a Ciudadanos a “vender” su apoyo en forma de abstención, y llegando luego a apoyos puntuales en temas importantes. Algo más complicado de realizar pero no imposible, y que puede dar buenos resultados. No olvidemos que Aznar alcanzó la mayoría absoluta después de pasarse toda una legislatura pactando con los nacionalistas de Jordi Pujol.     

Lo que está claro, y sobre todo se pone en evidencia cuando empieza la nueva legislatura, es que para todos los líderes políticos, incluido Rajoy que dijo que estaba dispuesto a gobernar incluso sólo con sus propios escaños: 137, es preferible una mala investidura a unas nuevas ¿buenas? Elecciones.

Por último, un chascarrillo con cierta dosis de pimienta. Todos los partidos respetan políticamente y valoran el perfil dialogante de la nuera presidenta del Congreso, Ana Pastor. Sin embargo, su elección ha dejado ya una víctima por el camino, paradójicamente de su propio partido: Celia Villalobos.

La diputada malagueña del PP desde 1986, y que ha sido vicepresidenta primera del Congreso de los Diputados en las dos últimas legislaturas, ya no volverá a formar parte de la Mesa. El por qué lo encontramos en las malas relaciones que mantiene con la nueva presidenta, Ana Pastor. Dos caracteres y dos estilos muy opuestos que han tenido más de un roce y de un enfrentamiento dialéctico.

“Todo empezó cuando Villalobos era ministra de Sanidad y Pastor la sustituyó en el cargo, tras el escándalo de las vacas locas. La diputada por málaga consideraba que la hoy presidenta del Congreso había “intrigado” demasiado para conseguir el puesto de ministra de Sanidad. Rivalidades que hoy vuelven a florecer y ha dejar una “víctima”, Villalobos. Aunque tampoco puede quejarse demasiado ya que su salida debió producirse tras el lamentable episodio del juego del “Candy Crush”, pero Rajoy no se atrevió en ese momento por ser además la esposa de su asesor Arriola.  Ahora, con Ana Pastor, tuvo la excusa perfecta”. La cara que traía Villalobos por los pasillos del Congreso lo decía todo, o casi todo.

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