EN MARCHA UN ESTUDIO PARA LA DETECCIÓN PRECOZ DEL ALZHÉIMER EN PERSONAS CON SÍNDROME DE DOWN

La Obra Social ‘la Caixa’, la Fundación Bancaria ‘la Caixa’, la Fundación de Gestión Sanitaria del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y el Instituto de Investigación de Sant Pau presentaron este lunes ’Down Alzheimer Barcelona Neuroimaging Initiative’, un pionero proyecto de investigación para la detección precoz del alzhéimer en personas con síndrome de Down.
El director general de la Fundación Bancaria ‘la Caixa’, Jaume Giró; el director del Servicio de Neurología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, Rafael Blesa, y el director gerente del mismo hospital, Albert Salazar, estuvieron presentes en la presentación de este estudio que permitirá unir las sinergias para la investigación de excelencia derivadas de la conjunción de la Fundación Catalana Síndrome de Down con la Unidad de Memoria del Servicio de Neurología de Sant Pau.
Giró manifestó que este proyecto “contribuirá a mejorar notablemente la salud de las personas con síndrome de Down, quienes, por su trisomía, presentan un elevado riesgo de poder desarrollar la enfermedad de Alzheimer”, e hizo hincapié en que “debemos unir todos los esfuerzos necesarios para lograr una mejor calidad de vida para esta parte de la sociedad, sensiblemente en riesgo de exclusión”.
Por su parte, Blesa señaló que “tenemos la oportunidad única de estudiar a la mayor cohorte de personas con Down del mundo, avanzar en el conocimiento del modo en que enferma el cerebro, realizar el diagnóstico antes de la aparición de la demencia, y poder desarrollar tratamientos preventivos para las personas con riesgo de sufrir alzhéimer, especialmente para las que son portadoras de una predisposición genética, como el síndrome de Down”
El proyecto consiste en evaluar a una cohorte de 1.000 individuos adultos con síndrome de Down a lo largo de tres años para detectar precozmente el posible desarrollo de alzhéimer. Estas personas serán objeto de un seguimiento anual que incluirá una serie de pruebas, como una evaluación clínica, neurológica y neuropsicológica, un electroencefalograma (EEG) y una analítica sanguínea.
En un subgrupo, además, se llevarán a cabo unas pruebas específicas consensuadas internacionalmente para evaluar la evolución de la enfermedad de Alzheimer. Entre otras pruebas, se practicarán una punción lumbar, una polisomnografía, una resonancia magnética cerebral y una tomografía por emisión de positrones (PET) para detectar la ß-amiloide y la tau, que son las proteínas que se agregan de forma anómala en el cerebro de las personas que tienen alzhéimer.

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