60.000 personas se dan cita en Rock in Rio para bailar al ritmo de David Guetta y Pitbull

En la más electrónica, larga y menos comercial de las sesiones realizadas hasta ahora por David Guetta en el festival Rock in Rio, el dj francés ha hecho vibrar desde a los oídos más exigentes hasta a los más conformistas. Además de los habituales 'remixes' de temas épicos de Red Hot Chili Peppers, Coldplay y Black Eyed Peas, Guetta ha pinchado los lanzamientos más laureados del último disco 'Nothing but the beat' y, a su vez, ha dedicado una gran parte de la sesión a su versión más electro y próxima al dubstep, uno de los nuevos estilos que inundan los clubs.

Pitbull, el otro gran nombre del cartel de este viernes, ha derrochado su lado más latino, con versionados de los temas más populares en las discotecas, salpicado con dosis de house comercial, ya habituales en sus producciones. Al artista, natural de Miami, le ha acompañado un set compuesto por un saxofón, baterías, mesa electrónica y guitarras que han puesto la nota pachangera de la noche.

Junto con David Guetta, Pitbull ha congregado al mayor número de fans frente al Escenario Mundo, una majestuosa estructura que, edición tras edición, ofrece un gran despliegue de luces y sonido que engrandece las actuaciones.

Martin Solveig, Afrojack y Erick Morillo han puesto la guinda a la jornada. El primero, con temas muy variados que han combinado house y electro de su último álbum, Smash, ha servido de calentamiento y aperitivo para la salida a escena de David Guetta. Afrojack, por su parte, ha quedado muy igualado con el otro artista que ha cerrado el viernes, Christian Varela: el pupilo de Guetta versus un dj consagrado en el panorama electrónico español, o también, dubstep y electro de la vieja escuela.

Asimismo, Erick Morillo ha reafirmado su caché con una sesión en la que no ha dejado de lado sus raíces, con una electrónica para oídos exigentes, y ha dado cabida a 'remixes' de temas actuales, que se han repetido a lo largo de toda la noche en la práctica totalidad de las actuaciones. Véase Calling, de Sebastian Ingrosso y Alesso; o el propio Hello, de Martin Solveig.

Hoy concluye la tercera edición del Rock in Rio en Madrid, organizado cada dos años, con la presencia estelar de Red Hot Chili Peppers, Incubus y Deadmau5; no obstante con unas previsiones de asistencia mucho menores que las 65.000 personas que la organización llegó a vaticinar que abarrotarían el complejo ferial en el denominado día de la electrónica de este viernes.

A sendas jornadas les han precedido artistas de la talla de Lenny Kravitz, un fijo en el Rock in Rio, Swedish House Mafia, Maná y varios de los artistas españoles más destacados a día de hoy. Sin embargo, como cada final de la edición, afloran las dudas sobre la viabilidad del festival, que, una vez más, ha obtenido una buena respuesta de los patrocinadores. Los reclamos como Rihanna, que suspendió su actuación por la muerte de su abuelo, David Guetta y Lenny Kravitz han mantenido a flote a este festival que trata de satisfacer a todos los mercados por igual, si bien, con un marcado viraje hacia el lado más comercial.