Según ha explicado el Consell de Mallorca en una nota de prensa, el escenario es "un pueblo típico de Mallorca que se engalana para celebrar el nacimiento de Jesucristo y saca a lucir todas sus tradiciones".
El Belén está hecho artesanalmente y año tras año se amplía gracias a sugerencias que realizan los visitantes.
En este Belén se pueden descubrir casi todas las tradiciones populares de Mallorca, como las matanzas, los cossiers, els ministrils, la Sibila o els blauets. Este año se ha introducido una nueva, el correfoc, con los dimonions de Porreres.
También se representan por primera vez los matalassers y abuelas haciendo punto. Además, el Belén mallorquín también se pueden identificar decenas de oficios como herreros, vidrieros, encuadernadores, tenderos e incluso, periodistas.
Asimismo, se ha cambiado la cueva por la 'païssa' de una posesión mallorquina.
El año pasado el Belén se hizo más accesible para las personas con movilidad reducida y los niños, ya que se bajó la altura de las ventanas, lo que permitió eliminar las tarimas. Esta nueva altura se ha respetado este año y aún se ha introducido una nueva mejora: las ventanas se han hecho más grandes para que el Belén se pueda contemplar mejor y evite, en cierta medida, las aglomeraciones. Además, las cinco belenistas de la Asociación han construido para los niños unos pequeños taburetes.
El Belén mallorquín ha inaugurado este viernes en la Misericordia, con la presencia del director insular de Cultura, Rafael M. Creus. Permanecerá abierto hasta el día de Reyes y se puede visitar todos los días, incluidos domingos y festivos, en horario de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 20.00 horas.
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